miércoles, 30 de noviembre de 2016

Peter Sloterdijk: Celo de Dios. Por Jaume Flaquer García

Sloterdijk, Peter: Celo de Dios. Sobre la lucha de los tres monoteísmos. Siruela, Madrid, 2011. 172 páginas. Traducción de Isidoro Reguera. Comentario realizado por Jaume Flaquer García (responsable Área Teológica Cristianisme i Justícia, Barcelona).

Peter Sloterdijk es uno de los filósofos alemanes más famosos y polémicos de la actualidad. En 2009, fue objeto de un ruidoso debate cuando propuso en un artículo dejar de coaccionar en el pago de impuestos y dejarlo de forma voluntaria. La izquierda le acusó de neoliberal puesto que los ricos escogerían pagar menos. Pero Sloterdijk se defendió diciendo que el hombre también es “dador” por naturaleza, y es posible extraer de los ricos también esta tendencia. El libro Fiscalidad voluntaria y responsabilidad ciudadana desarrolla estos pensamientos.

La editorial Siruela parece comprometida con el autor para traducirle su extensa obra y nos ofrece Celo de Dios. No es, en realidad, menos polémico pero la crítica contra la tendencia intrínseca totalizadora de la religión es un ethos común en nuestra sociedad actual. Por una parte, para el autor, la trascendencia es una proyección humana ante el “desconocimiento de lo tremendo” y “de lo lento”, es decir, el desconocimiento de la experiencia pasada y futura hace al hombre anticipar la respuesta en forma de discurso sobre la trascendencia y sobre lo escatológico. El autor se centra especialmente en los monoteísmos con vocación expansiva que se originan “en circunstancias de excitación maníaco-apocalíptica de sus fundadores”. El análisis psicológico de la experiencia de fe y de la misma historia de las religiones atraviesa todo el libro. Está convencido, junto con Nietzsche o Heidegger entre otros, de que “lo que se despacha normalmente como fe representa a menudo una especie de histeria” en la que “almas ambiciosas luchan por puestos de preferencia”. La religión crea un “suprematismo religioso” en el que la propia fe es el camino único para ascender a lo Supremo y lo Único. Si este se define de manera personal, los creyentes no pueden más que “ocupar el puesto de vasallos o colaboradores”. La asimetría más importante se expresa en el hecho de que “Dios permanece en última instancia inescrutable”, mientras que “los seres humanos no pueden tener ningún secreto ante Dios”.

lunes, 28 de noviembre de 2016

Henry Corbin: Acerca de Jung. Por Eduard López

Corbin, Henry: Acerca de Jung. El buddhismo y la Sophia. Siruela, Madrid, 2015. Colección "El Árbol del Paraíso" 84. 164 páginas. Traducción de Xavier Nueno. Comentario realizado por Eduard López (redactor jefe de la revista Razón y Fe).

Henry Corbin (París, 1903-1978), ese gran desconocido en las letras castellanas y autor de referencia para la fenomenología y la historia de la religión. Ante todo, debemos situarnos en el contexto de la primera mitad del siglo XX, tiempo crítico en Europa, asolado por las guerras, que vio nacer la creación del Círculo de Eranos, cuyos encuentros se dieron primero en casa de Olga Fröbe, aglutinando personalidades como C. Gustav Jung, Rudolf Otto, Mircea Eliade y el mismo Henry Corbin, entre otros. Por consiguiente, asistimos a un “tráfico” de ideas y de pensamiento que, entre otros resultados, desembocó hacia la creación de la fenomenología de la religión y cuyo valor reside en la apuesta por el sujeto espiritual y la hermenéutica simbólica. Henry Corbin lo estudió con Ibn’Arabî, Sohrawardî y los relatos visionarios de Avicena mientras que C. Gustav Jung, el psiquiatra suizo desvinculado de su maestro S. Freud, tematizó sus experiencias visionarias, como sucedió con el Libro Rojo, publicado recientemente (2009), en torno a tres ejes: a) La emergencia del sí mismo; b) la conciliación de los opuestos, y c) el espíritu de la profundidad versus el espíritu del tiempo.
Desde este marco, la publicación que nos atañe presenta un gran valor: 1. Dar a conocer los documentos confiados por Stella Corbin a M. Cazenave donde se analizan las relaciones entre Jung y el buddhismo, y 2. Publicar lo que ya en su momento vio la luz: la respuesta de Corbin a la Respuesta a Job de Jung. Ante la posible lectura de esta obra, debemos anotar aquí lo que es esperable y lo que no lo es. Comenzando por lo segundo, el lector no encontrará los siguientes aspectos: a) Una exposición sistemática del pensamiento jungiano y su relación con el buddhismo, y b) Una estructura de la filosofía buddhista. Cabe recordar que la naturaleza de esta obra es la de ser una traducción y no, por el contrario, un ensayo o estudio. De aquí subyace su riqueza.

jueves, 24 de noviembre de 2016

Paul F. Knitter: Sin Buda no podría ser cristiano. Por Leandro Sequeiros

KNITTER, Paul F.: Sin Buda no podría ser cristiano. Fragmenta, Barcelona, 2016. 410 páginas. Traducción de Martha Cecilia Vesga de Olsson. Comentario realizado por Leandro Sequeiros.

«Mi conversación con el budismo me ha permitido realizar tanto lo que todo teólogo debe hacer profesionalmente como lo que todo cristiano debe hacer personalmente, es decir, comprender y vivir nuestras creencias cristianas de tal manera que estas sean consecuentes y a la vez un reto para el mundo en que vivimos. El budismo me ha permitido dar razón de mi fe cristiana, de tal manera que puedo mantener mi integridad intelectual y sostener lo que de verdadero y bueno veo en mi cultura; y al mismo tiempo me ha ayudado a cumplir con mi responsabilidad profético-religiosa, y a cuestionar lo falso y perjudicial que veo en mi cultura» (pp. 16-17).

Este fragmento del “Prefacio” muestra el objetivo de Paul F. Knitter. Escrito en primera persona y con un estilo directo, el autor, nacido en 1939 y profesor de teología durante muchos años introduce en unos temas que pueden ser perturbadores para algunos: «Quiero expresar con toda la lucidez que pueda cómo mi esfuerzo por comprender y dar razón de las enseñanzas y prácticas budistas ha hecho posible que revise, reinterprete y reafirme las creencias cristianas sobre Dios (caps. I-III), sobre la vida después de la muerte (cap. IV), sobre Cristo como único Hijo de Dios y Salvador (cap. V), sobre la plegaria y la adoración (cap. VI) y sobre los esfuerzos para llevar este mundo hacia la paz y la justicia del Reino de Dios (cap. VII)» (p. 18).

Todos los capítulos tienen una estructura común: en la primera parte, el autor expresa sus propias dudas de fe cuando expone las creencias cristianas formuladas tal como tradicionalmente se ha hecho. En la segunda parte de cada capítulo, describe su esfuerzo personal por llevar esas creencias al terreno del budismo. Y en la tercera parte, resume lo que cree que puede aprender cuando “regresa” a su identidad y a sus creencias cristianas.

No es fácil hacer una valoración del ensayo de Knitter. Se debe insistir en que se trata de un “ensayo” (aunque al final presenta veinte páginas de fuentes y bibliografía) y no de un trabajo de investigación. Recorre un amplio abanico de temas básicos de la teología pero de un modo superficial. En algunos temas habría necesitado un espacio para precisar algunas cuestiones que pueden parecer confusas (no es clara la distinción entre Dios como persona y Dios como personal, o la divinidad de Cristo, por ejemplo). Knitter intenta mantenerse dentro del credo católico como él mismo reconoce en varias ocasiones, en el prefacio y en la conclusión: «Sinceramente creo que soy un cristiano budista (más que un budista cristiano). Pero para saberlo, tengo que examinar con esmero lo que ello implica» (p. 18).

lunes, 21 de noviembre de 2016

Dorothy Day: Mi conversión. Por Daniel Izuzquiza

Day, Dorothy: Mi conversión. De Union Square a Roma. Rialp, Madrid, 2014. 176 páginas. Traducción de Gloria Esteban. Comentario realizado por Daniel Izuzquiza (director de la revista Razón y Fe).

Dorothy Day empieza a ser un poco más conocida en el ámbito español, siendo así que es una de las figuras más relevantes del catolicismo estadounidense del siglo XX. El texto que ahora comentamos fue publicado originalmente en 1938 y fue después eclipsado por su obra principal, La Larga Soledad (publicada por Sal Terrae en el año 2000), que retoma buena parte del material autobiográfico aquí narrado. Recordemos que Dorothy Day funda el Catholic Worker en 1933, en el contexto de la Gran Depresión, como una respuesta católica a la dramática injusticia social del momento.
En este libro narra su evolución desde el ambiente bohemio e izquierdista en que se movía (Union Square en Nueva York) a la Iglesia católica, la Iglesia de los pobres (Roma). El tono del escrito es apologético. Sin duda, la fuerza vital de esta mujer, fallecida en 1980 y ahora declarada Sierva de Dios, ofrece un testimonio creíble e interpelante.

viernes, 18 de noviembre de 2016

Carlos Fraenkel: Enseñar Platón en Palestina. Por Javier Sánchez Villegas

Fraenkel, Carlos: Enseñar Platón en Palestina. Filosofía en un mundo dividido. Ariel, Barcelona, 2016. 242 páginas. Traducción de Ana Herrera Ferrer. Comentario realizado por Javier Sánchez Villegas.


¿Para qué sirve la filosofía? Esta es una pregunta recurrente, no solo entre adolescentes, sino también entre adultos. ¿Realmente influye en nuestra vida y nos ayuda a planteárnosla con criterio, o no es más que un divertimento propio de entornos académicos? ¿Puede ayudar la filosofía a convertir las tensiones que surgen de la diversidad (cultural, religiosa, etc.) en oportunidades de encuentro y de superación de las diferencias?

Carlos Fraenkel, profesor de Filosofía en la Universidad McGill de Montreal (Canadá), contesta afirmativamente a estas cuestiones. Y lo hace con un libro innovador y aventurero, cuyo título es muy evocador e impactante: Enseñar Platón en Palestina. Lo que él se propone es crear una “cultura del debate”, la cual se define como una búsqueda conjunta de la verdad. La idea “no es que los filósofos nos digan lo que debemos pensar y hacer, sino permitir al mayor número de personas posible adquirir la práctica de la filosofía”. Es decir, se trata de compartir las herramientas lógicas y semánticas que los filósofos han utilizado a lo largo de la historia y que pueden ser de ayuda a la hora de pensar “en los distintos temas relacionados con nosotros mismos, nuestras comunidades y el mundo en el que vivimos, no importa cuáles sean las respuestas que al final consigamos”. La consecución de la verdad es, pues, el objetivo, no buscar tener razón o ganar una discusión. Para ello, Fraenkel propone un itinerario, dividido en dos partes, una práctica y otra teórica, cuya finalidad es demostrar que no se trata de una utopía.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Benedicto XVI: Últimas conversaciones con Peter Seewald. Por Eduard López

Benedicto XVI: Últimas conversaciones con Peter Seewald. Mensajero, Bilbao 2016. 309 páginas. Traducción de Rosa Pilar Blanco. Comentario realizado por Eduard López (redactor jefe de la revista Razón y Fe).

“Privar a un niño del hechizo de la narración, del medio galope del poema, oral o escrito, es una especie de entierro en vida” (G. Steiner: Presencias reales). No creo que haya otra mejor manera que estas palabras para valorar estas Últimas conversaciones de quien fue, es y será el profesor Ratzinger, el teólogo del Santo Oficio y el papa Benedicto XVI.

Mediante el diálogo con el periodista Peter Seewald, Benedicto XVI narra gran parte de su vida. Es imposible mostrar la totalidad de la biografía, pero sí su honestidad. El género escogido ha sido el de la conversación —el diálogo—. Las grandes verdades de la vida emergen como rostros epifánicos precisamente cuando se dialoga, cuando primero se escucha y, luego, se habla. Benedicto XVI dibuja esa parte de su vida, desde su infancia hasta la renuncia del ministerio petrino. El lector puede encontrar el retrato de un hombre bávaro, marcado por la religiosidad de su hogar; de un joven profesor, incomprendido por los celos y las envidias de unos y de otros; perito conciliar en contacto con grandes personalidades del momento; arzobispo de Múnich, cardenal, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la fe; y, finalmente, Papa de la Iglesia, obispo de Roma y Vicario de Cristo. Hombre de meditación, amante del silencio matutino y de gustos exquisitos. La timidez lo caracteriza. Es su debilidad. Su fortaleza, la profundidad. Algo que no está al alcance de todas las personas. No evade ninguna pregunta. Dialoga con todas ellas, incluso con aquellas más sangrantes (la cuestión de la pedofilia, el IOR, las finanzas vaticanas, Vatileaks, etc.). Algunas respuestas permanecen escondidas en la intimidad del pontífice emérito ya que no todo debe ser publicitado. La transparencia es la honradez y no como se cree hoy en día la verborrea de “semiverdades” que embrujan. Parece ser que serán sus “últimas conversaciones”. El lector disfrutará de la narración de Benedicto XVI. No nos ha privado de ella. Pero, ¿sus palabras resultan definitivas? —me pregunto—. No lo creo.

lunes, 14 de noviembre de 2016

Alicia Kopf: Hermano de hielo. Por Carmen Grande

Kopf, Alicia: Hermano de hielo. Alpha Decay, Barcelona, 2016. 256 páginas. Comentario realizado por Carmen Grande.

Hermano de hielo me llegó a través de un mensaje de mi amiga Ángeles: “Este libro lo ha escrito la hermana del novio de AB; habla de su hermano y de la vida de las familias con un miembro con discapacidad”. La autora, Imma Ávalos, es una mujer joven (nació en 1982), gerundense migrada a Barcelona, licenciada en Bellas Artes y en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, con un hermano seis años mayor que ella y diagnosticado de trastorno por espectro autista (TEU) tardíamente, cuando él ya tenía 30 años. Indudablemente, también es inteligente; guapa, por lo que se aprecia en la foto de solapa del libro, y muy especial (Ángeles dixit). Ha publicado esta obra con el nombre artístico de Alicia Kopf, de resonancias judías y con las que se identifica porque “como los judíos, yo no me siento en casa en ninguna parte” (p. 171).

El libro está escrito como narración en primera persona en la que se intercalan informaciones sobre la conquista de ambos polos y cuestiones relacionadas con los hielos de las zonas más frías, y tiene muchos registros o planos de lectura distintos. Para quienes les interese especialmente el retrato que hace de las personas con TEU y cómo lo viven los más cercanos, hay una excelente reseña/extracto en el ABC Cultural (pinchar aquí). Críticas literarias expertas e interesantes pueden verse en El Cultural (pinchar aquí) y en Revista de Letras (pinchar aquí). Aquí quiero simplemente resaltar, citando dos fragmentos, lo que más ha resonado en mí de este libro.

viernes, 11 de noviembre de 2016

Elena Fortún: Celia en la Revolución. Por Fátima Uríbarri

Fortún, Elena: Celia en la Revolución. Renacimiento, Sevilla, 2016. 344 páginas. Comentario realizado por Fátima Uríbarri (periodista, fauribarri@gmail.com).

Verdad bajo las bombas

La editorial Renacimiento ha rescatado Celia en la Revolución, una de las mejores novelas que se han escrito sobre la guerra civil, en opinión de Andrés Trapiello. La escribió Elena Fortún (seudónimo de Encarnación Aragoneses) en 1943 desde el exilio en Argentina, con los acontecimientos muy recientes. Aquellas cuartillas escritas a lápiz redactadas desde Buenos Aires pasaron a Estados Unidos cuando la escritora se mudó allí con su hijo. Allí se quedaron durante décadas, hasta que la nuera de la escritora se las entregó a Marisol Dorao, biógrafa de Elena Fortún. En 1987, la editorial Aguilar publicó Celia en la Revolución, pero el libro no se reeditó. Se agotó y se convirtió en codiciado objeto de coleccionista. Hasta que este año Renacimiento lo ha publicado de nuevo. Una suerte. Porque tiene razón Andrés Trapiello, es una de las mejores novelas sobre la guerra civil española. En opinión del autor de Las armas y las letras: “Es la novela que hubiera querido escribir Pío Baroja y no pudo: le faltó conocimiento de primera mano para hacerlo, y la que habría querido escribir Max Aub, y no supo, al estar preso él, como tantos otros, de prejuicios y ‘razones históricas’, ya que, al fin y al cabo, Max Aub formaba parte de una de las dos Españas”.

jueves, 10 de noviembre de 2016

C. S. Lewis: Reflexiones sobre los Salmos. Por Jesús Sanjosé del Campo

Lewis, C. S.: Reflexiones sobre los Salmos. Planeta, Barcelona, 2010. 201 páginas. Traducción de Alfredo Blanco Solís. Comentario realizado por Jesús Sanjosé del Campo.

El autor, más conocido por sus creaciones literarias, fue también un prestigioso académico y como tal enseñó literatura inglesa medieval. En sus Reflexiones sobre los Salmos no debemos esperar los comentarios teológicos que hace un experto a otro experto; se trata, como se dice en la introducción, más bien de las consideraciones que hace un aficionado a otro aficionado: «las reflexiones que contiene son aquellas a las que me llevaron los Salmos al leerlos» (p. 12). Lo que ocurre es que quien esto dice no es un aficionado, sino más un profesor universitario experto en literatura capaz de decir muchas cosas que pueden ayudar a los aficionados a entender mejor estos poemas, escritos para ser cantados, por diferentes autores, a lo largo de muchos años y en circunstancias históricas muy diversas…

Los acercamientos que hace Lewis nos permiten entender mejor qué queremos decir cuando utilizamos los Salmos en la acción litúrgica: qué tipo de justicia le pedimos a Dios cuando usamos algún Salmo en la oración con la que nos dirigimos a Él.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

William Easterly: La carga del hombre blanco. Por Juan José Romero

Easterly, William: La carga del hombre blanco. El fracaso de la ayuda al desarrollo. Debate, Madrid, 2015. 512 páginas. Traducción de Francisco José Ramos Mena. Comentario realizado por Juan José Romero (profesor emérito de Economía Aplicada, Universidad Loyola, Andalucía).

La traducción española de esta famosa obra de Easterly llega un poco tarde. El libro fue publicado en inglés en 2006, en un contexto de la agenda del desarrollo previo a los grandes cambios que han ocurrido a partir de la crisis económica, con la emergencia de nuevas perspectivas acerca de los criterios de eficacia de la ayuda, un nuevo escenario donde ha aumentado considerablemente la preocupación por la problemática ambiental, unos nuevos objetivos de desarrollo (los objetivos de desarrollo sostenible de Naciones Unidas, que han tomado el relevo a los del milenio), un descenso notable de los fondos destinados a la cooperación al desarrollo en no pocos países donantes, empezando por España. Sin embargo, valdría aplicar aquí el dicho de que “nunca es tarde si la dicha es buena”, en la medida que es posible que reabra para un público de habla castellana debates muy relevantes a la hora de afrontar la persistente y grave situación de desigualdad mundial y sus posibles remedios.

De entrada, Easterly plantea las que para él son las dos grandes tragedias de la pobreza: a) el sufrimiento y la muerte que asolan los países subdesarrollados por falta de recursos, y b) que Occidente hubiera destinado 2,3 billones (sic) de dólares a la ayuda internacional durante las últimas cinco décadas a programas de lucha contra la pobreza, sin lograr erradicarla.

lunes, 7 de noviembre de 2016

Giovanni Marchesi: Jesús de Nazaret, ¿quién eres? Por José María de Vera

Marchesi, Giovanni: Jesús de Nazaret, ¿quién eres? Esbozos cristológicos. San Pablo, Madrid, 2007. 610 páginas. Traducción de María Teresa Maio Segundo. Comentario realizado por José María de Vera.

Giovanni Marchesi fue un hombre de muchas almas: profesor de teología, investigador, apreciado intérprete de teólogos como De Lubac y Von Balthasar, fecundo escritor, colaborador de Radio Vaticana, miembro de la Civiltá Cattolica, vitalmente interesado en una miríada de manifestaciones culturales. La alusión a sus múltiples actividades y competencias no deja de ser importante para encuadrar este libro de 610 páginas, fiel reflejo de su interés y competencia en diversos campos, que él puso al servicio de estos «esbozos cristológicos» destinados a desvelar la persona de Cristo hasta llegar al borde del misterio donde el ser humano se pone la mano en la boca, cesa de hacer preguntas y acepta la realidad insondable del Dios hecho hombre. Porque aunque «esbozo» apunta a un bosquejo sin terminar, no faltan capítulos en este libro que superan ese matiz de «inacabado» que podría sugerir el término «esbozo». Pero en definitiva ha tenido que contentarse con explorar los indicios de la doble conciencia de Cristo —humana y divina— y quedarse a la puerta del misterio.

Aunque dedica un capítulo a tratar directamente de la «conciencia filial de Cristo», él mismo parece indicar que su verdadero fin es «caminar a tientas en pos del misterio del Cristo total» (p. 104), en una reflexión «a guisa de mosaico», destinada a «traducir los términos profesionales a un lenguaje asequible al lector y de grata lectura» (p. 36) ofrecida a los que creen en Cristo y a los que «creen no creer». La amplitud de su cultura (832 notas a pie de página) le hacían fácil introducir elementos que convirtieran un tema difícil en una lectura agradable. Antes de comenzar su discusión sobre la conciencia «temática y atemática», ilustra la primera manifestación de conciencia en el ser humano, con aquel verso de Virgilio en las Bucólicas —«comienza, pequeño, a reconocer a tu madre en la sonrisa»—, y dedica una larga nota a los primeros balbuceos de Jesús en brazos de María» (p. 98).

viernes, 4 de noviembre de 2016

Arturo Pérez-Reverte: Falcó. Por Javier Sánchez Villegas

Pérez-Reverte, Arturo: Falcó. Alfaguara, Madrid, 2016. 291 páginas. Comentario realizado por Javier Sánchez Villegas.

Acabo de cerrar el libro y me pongo de inmediato a escribir esta reseña. Y me encuentro con que no tengo palabras para definir en su justa medida esta nueva novela de Arturo Pérez-Reverte. Redonda. Magistral. Espectacular. Desde mi punto de vista, es la mejor que ha escrito. Como siempre, bien documentada. Los personajes, bien definidos. Buen planteamiento, buen nudo y extraordinario desenlace. Por cierto, no voy a decir nada del autor, dado que ya se ha dicho todo de él en otras reseñas (ver pinchando aquí).

Nos encontramos en 1936, pocos meses después del Alzamiento Nacional (18 de julio). Lorenzo Falcó, ex contrabandista de armas, espía sin escrúpulos, asesino y agente resolutivo de misiones imposibles, es llamado en Salamanca para realizar una misión: sacar de la cárcel de Alicante a José Antonio Primo de Rivera. Para ello, y con la ayuda de unos falangistas nada profesionales, pero convencidos de sus ideales, Falcó tendrá que emplearse a fondo. Sin embargo, la misión no llegó a buen término (sabemos por la historia que José Antonio murió fusilado en la cárcel). La cuestión es: ¿qué pasó?

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Zygmunt Bauman: ¿Para qué sirve realmente un sociólogo? Por Daniel Izuzquiza

Bauman, Zygmunt: ¿Para qué sirve realmente un sociólogo? Conversaciones con Michael Hviid Jacobsen y Keith Tester. Paidós, Barcelona, 2014. 158 páginas. Traducción de Alicia Capel Tatjer. Comentario realizado por Daniel Izuzquiza (director de la revista Razón y Fe).

Estamos ante una larga entrevista realizada por dos de sus discípulos a uno de los más conocidos, prolíficos e influyentes sociólogos de la actualidad. O, mejor dicho, nos situamos ante cuatro conversaciones que giran en torno a qué es la sociología, por qué ser sociólogo, cómo hacer sociología y qué puede conseguir esta disciplina.

De todas las cuestiones abordadas, selecciono tres que me han resultado sugerentes y estimulantes para seguir reflexionando.
Primero, la propia definición de sociología como “conversación con la experiencia humana”, lo cual lleva necesariamente a preocuparse por conocer dicha experiencia y a huir de la jerga sociológica para poder entablar un verdadero diálogo y ser relevante para la gente.
Segundo, la cuestión de la orientación vital; el autor argumenta que la sociología se distingue de la teología en la ausencia de un telos prediseñado (p. ej., el Reino de Dios, véase p. 41) mientras que, posteriormente, afirma que el sociólogo debe «aportar orientación en un mundo cambiante» (p. 72); eso sí, con un horizonte abierto y sin destino final a la vista, ya que la sociología es «la ciencia y la tecnología de la libertad» (p. 118). Ahí hay campo de reflexión y diálogo.
Tercero, sobre el uso de la metáfora en la sociología (la «sociedad líquida» es un ejemplo manifiesto), que el autor interpreta como estructura indispensable para la imaginación y como instrumento eficaz de comprensión (p. 97). En definitiva, lectura agradable y provechosa.

martes, 1 de noviembre de 2016

Ignacio Carbajosa: Un escriba en la Corte del Rey. Por Miguel Giménez Blunden

CARBAJOSA, Ignacio: Un escriba en la Corte del Rey. Leer el Antiguo Testamento desde Cristo. Ediciones Encuentro, Madrid, 2012. 279 páginas. Comentario realizado por Miguel Giménez Blunden.

En las cinco partes que componen la obra que nos presenta I. Carbajosa, hay un esmero en subrayar la importancia del Antiguo Testamento y, en particular, ofreciendo un especial énfasis en los libros profético-sapienciales bajo un horizonte interpretativo, que tiene a Jesucristo como punto de mira esencial. La figura del escriba simboliza la renovación actual del texto antiguo. El experto biblista lee la historia de la salvación de la Antigua Alianza como precedente de la salvación cristiana, apoyándose en la Constitución dogmática Dei Verbum del Concilio Vaticano II. El hombre y su relación con Dios, los métodos exegéticos, el camino de la historia sagrada y la salvación en el Mesías son algunos de los aspectos de este discurso centrado en la Encarnación. Toda lectura contemporánea es ya una interpretación. De ello dio fe el pensamiento de Gadamer. En este sentido, se alude a Ratzinger —en el prólogo y en el apéndice final— al tratar el modo de acercarse a los textos sagrados y aquellos puntos de vista demasiado constreñidos por pautas establecidas y posicionamientos previos. El libro de I. Carbajosa es un ejercicio culto, teológico y riguroso de leer o de releer el Antiguo Testamento como precedente y preparación de la venida de Cristo.