lunes, 28 de mayo de 2012

Philippe Claudel: La nieta del señor Linh. Por Javier Sánchez Villegas

Claudel, Philippe: La nieta del señor Linh. Salamandra, Barcelona, 2006 (edición original de 2005). 126 páginas. Traducción de José Antonio Soriano Marco. Comentario realizado por Javier Sánchez Villegas.

Con este libro queremos ampliar nuevamente el horizonte de los comentarios a las lecturas que hacemos en este blog. Hasta ahora habíamos incluido novelas con un claro trasfondo psicológico, filosófico y religioso (ver comentarios). En este caso no es así. Con el libro que nos ocupa, La nieta del señor Linh, queremos dar cabida también a ese otro tipo de lecturas que todos hacemos y que, probablemente, ocupa un lugar importante en nuestro tiempo de ocio: la literatura.

Esta novela me la regaló mi amigo Germán en febrero de 2007. Siempre que este viene a Madrid, aparece con un libro bajo el brazo. Y él, que viaja muchísimo y no para de leer, es un referente para mí en cuanto a literatura se refiere, aunque reconozco que sus gustos literarios y los míos son casi radicalmente distintos. Digo casi, porque de vez en cuando da en la diana. Ese es el caso de esta novela.

La nieta del señor Linh es una novela corta (tiene solo 126 páginas) y aparece en el contexto de la literatura actual como una reivindicación de que no hace falta escribir un "brick-book" (un ladrillo de 1000 páginas) para contar una historia, profundizar en los personajes y diseccionar las profundidades del espíritu humano. De hecho, esta novela se puede leer de una sentada. Pero, ojo, no conviene hacerlo deprisa, más bien recomiendo que se deguste despacio, sobre todo las últimas páginas, esas que te van a dar la clave de toda la historia, y que te van a invitar a releer esos detalles que pasaste por alto una y otra vez.

martes, 22 de mayo de 2012

Hermano Roger de Taizé: Las fuentes de Taizé. Por Javier Sánchez Villegas

Hermano Roger de Taizé: Las fuentes de Taizé. Dios nos quiere felices. PPC, Madrid, 2000. Colección Sauce 103. 106 páginas. Comentario realizado por Javier Sánchez Villegas.


Hace muchos años, creo que fue en julio del año 1983 (contaba por aquel entonces con 19 años), fui con mi comunidad de vida a Paray-le-Monial (Francia). Al llegar el día de mi cumpleaños, alguien me dijo que qué quería como regalo. Me salió del corazón: quiero ir a Taizé (que está a unos 50 km de Paray). Allí estuve un día, suficiente como para que me dejara una huella imborrable. Recuerdo la capilla enorme abarrotada de jóvenes que cantaban canciones en latín y en todas las lenguas inimaginables. También el precioso testimonio de encuentro profundo y de perdón que daban un joven alemán (descendiente de un militar nazi) y una chica judía, que había perdido a parte de su familia en los campos de concentración. Cuando los dos se fundieron en un abrazo de amor y perdón, todo el mundo estalló en gritos de alabanza a Dios y en un sonoro aplauso. No se me olvidará en mi vida. Desde ese momento, siempre he deseado volver a Taizé.
En este pasado puente de mayo, mi sueño se ha cumplido. Durante unos pocos días, he podido revivir en Taizé (junto con Cristina, Rodrigo y unos amigos) la magia del encuentro pasado, que ha sido claramente superado por el presente de la gracia, que se ha derramado por doquier, inundando nuestros corazones. Los momentos de oración, en la capilla que sale en la portada del libro que vamos a comentar, los jóvenes de muchas partes del mundo unidos con un mismo deseo de encuentro con Dios... todo te invitaba al silencio, al recogimiento interior, a ir a lo más profundo de tu corazón, allí donde habita el Absoluto. Tengo que reconocer que he vuelto renovado, con muchas energías para afrontar de nuevo la vida, con sus momentos de luz y también de oscuridad.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Mari Patxi Ayerra: Juntos somos más que dos. Por Javier Sánchez Villegas

Ayerra, Mari Patxi: Juntos somos más que dos. Pistas a un hijo para vivir en pareja. PPC, Madrid, 2005. Colección Didajé 3. 190 páginas. Ilustraciones de José Luis Cortés. Comentario realizado por Javier Sánchez Villegas.


Bien. Tengo que reconocer que no conozco a Mari Patxi Ayerra. De hecho, he sabido de su existencia hace muy poco, como dos años. Estando en una pascua familiar en Santa María de Huerta, me presentaron a un monitor muy simpático con la siguiente frase: "Javier, te presento al hijo de Mari Patxi Ayerra". "Encantado", contesté. Cuando se fue, se me ocurrió preguntar: "Pero, ¿quién es Mari Patxi Ayerra?" Casi me pegan. "¿Es que no la conoces? Pero si es una teóloga muy famosa". Por poco me veo obligado a mentir. Pero no lo hice. Prometí que intentaría conocerla. Y Cristina, mi mujer, que siempre está al tanto de todo, tomó nota del tema. Ahí quedó la cosa. Al cabo de unos meses, en el vigésimo aniversario de nuestra boda, Cristina me regalaba justamente el libro que ahora voy a comentar: Juntos somos más que dos.

¿Quién es Mari Patxi Ayerra? Como reconozco que no es una pregunta fácil de contestar, voy a dejar que sea ella misma la que responda esta cuestión. Para ello, tomo nota de lo que dice en su propio blog (ver):

miércoles, 9 de mayo de 2012

Viktor E. Frankl: El hombre en busca de sentido. Por Javier Sánchez Villegas

Frankl, Viktor E.: El hombre en busca de sentido. Herder, Barcelona, 1979 (edición original de 1946). 132 páginas. Versión castellana de Diorki. Comentario realizado por Javier Sánchez Villegas.


Tarde o temprano le tenía que llegar el turno a este libro. La primera vez que lo leí sería allá por el año 1985, siendo yo estudiante de Filosofía. Fue Isabel Romera, profesora del colegio Bérriz en aquel momento, y gran amiga de Cristina, quien me lo recomendó. Me gustó tanto que, de hecho, posteriormente lo he puesto como lectura obligatoria en el curso de 3º BUP, actual 1º de Bachillerato, en la asignatura de Filosofía. No ha habido ningún año que los alumnos no me hayan dicho que les ha encantado. Es un libro sencillo, positivo, cargado de energía, aun cuando hace referencia al espectáculo más bochornoso que ha habido en la historia de la humanidad: el holocausto nazi. A pesar de esto, Viktor Frankl no se regodea en la atrocidad. Hay otros autores como Primo Levi (Si esto es un hombre) o Jorge Semprún (La escritura o la vida) que sí lo hacen, lo que provoca que la lectura de estos libros te deje con un sabor verdaderamente amargo y con la idea de que la naturaleza humana es fundamental y profundamente egoísta y no tiene ninguna posibilidad de redención. Sin embargo, esto no ocurre con Viktor Frankl.

jueves, 3 de mayo de 2012

Benedicto XVI: Deus caritas est. Por Chema Martín

Benedicto XVI: Deus caritas est. Dios es amor. Edic. San Pablo, Madrid, 2005. 88 páginas. Comentario realizado por Chema Martín.

Chema Martín, el autor de este comentario, es sacerdote religioso de la Orden de San Agustín (osa). Entre otras muchas tareas que realiza, trabaja como coadjutor de la parroquia Santa María de la Esperanza de Madrid y como profesor en el colegio Valdeluz, que regenta la orden agustiniana. Desde aquí mi agradecimiento por implicarse en este blog con la redacción de este su primer comentario. (Nota del administrador)

La caridad es el distintivo del cristiano
San Juan nos dice: Dios Padre es amor (1 Jn 4, 8.16). Este es el título de la primera encíclica de Benedicto XVI, publicada el 25 de diciembre de 2005, el primer año de su pontificado. El documento pontificio fue recibido con gran entusiasmo y fue valorado unánimemente de forma positiva en todos los ambientes. En él nos explicaba cuál es la misión de Cáritas y el compromiso social que todo cristiano debe asumir desde el seguimiento de Jesucristo.

La encíclica del “Papa teólogo”, Joseph Ratzinger, sorprendió por su contenido, por la sencillez de la exposición y, al mismo tiempo, por la profundidad con la que aborda el tema del amor. Abunda en ella una visión positiva y esperanzada de la naturaleza humana, a la vez que advierte del peligro que se cierne sobre el hombre cuando el desamor y la inhumanidad reinan en el mundo. Por primera vez en una encíclica, se citan autores procedentes del mundo filosófico y cultural, y se valoran sus aportaciones.