López Villanueva, Mariola: Ungidas. Un itinerario de oración con relatos de mujeres. Sal Terrae, Santander, 2011. Colección "El pozo de Siquem" 288. 173 páginas. Comentario realizado por Javier Sánchez Villegas.
Ungidas, el libro que os estoy presentando, es fruto de unos retiros que Mariola fue a dar a Colombia. Al prepararlos, la autora inicialmente siguió a San Ignacio, tanto en el lenguaje como en los textos. Más adelante pensó que, dado que los Ejercicios iban dirigidos a mujeres, mejor sería presentar los mismos puntos ignacianos, pero con personajes femeninos. Este libro es el resultado de ese planteamiento, el cual, desde mi punto de vista, es original y novedoso. ¿Esto quiere decir que este libro está pensado exclusivamente para mujeres? En absoluto. "Creo que para los hombres hacer oración abundando en los textos de mujeres puede ser sumamente rico en matices, en frescura, en la posibilidad de despertar su sensibilidad y todo su caudal de ánima; de abordar la compasión, el servicio, la intimidad... desde unas claves más completas e integradoras. Porque hay algo del sensus Christi que nos perdemos si no nos ponemos junto a ellas". Además, sigue diciendo la autora, "lo que más me emociona es que también Jesús tomara en su propia vida estas historias de mujeres. Que tanto bien recibido en la relación con ellas le hiciera ahondar su experiencia de Dios; que su modo de entregarse, lavando los pies y sirviendo la mesa con su propio cuerpo, no lo haya aprendido de ningún rabino, de ningún sacerdote, de ningún maestro de la ley, sino que fueron Marta y María las que se lo dieron a conocer al practicarlo con él...". "Jesús se reconoció en sus gestos y aprendió de estas mujeres el modo de proceder de Dios". Creo que queda perfectamente fundamentado.
Mariola López Villanueva |
El libro se cierra con un epílogo, Tierras del Espíritu, en el que Mariola hace una evocación del Espíritu Santo. Con esa evocación quiero finalizar la presentación de este libro, no sin antes darle las gracias a Mariola por los días vividos y compartidos en esas tierras tan maravillosas del País Vasco y, cómo no, también a las Hermanas Mercedarias de Bérriz por su acogida y su hospitalidad. Que el Señor os bendiga. Hasta la próxima.
No te rindas, aún estás a tiempo
de alcanzar y comenzar de nuevo,
aceptar tus sombras,
enterrar tus miedos,
liberar el lastre,
retomar el vuelo.
No te rindas, que la vida es eso,
continuar el viaje,
perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo,
correr los escombros
y destapar el cielo.
No te rindas, por favor, no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se esconda
y se calle el viento,
aún hay fuego en tu alma,
aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo,
porque lo has querido y porque te quiero,
porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
quitar los cerrojos,
abandonar las murallas que te protegieron,
vivir la vida y aceptar el reto,
recuperar la risa,
ensayar un canto,
bajar la guardia y extender las manos,
desplegar las alas e intentar de nuevo
celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se ponga y se calle el viento,
aún hay fuego en tu alma,
aún hay vida e tus sueños.
Porque cada día es un comienzo nuevo,
porque esta es la hora y el mejor momento,
porque no estás solo, porque yo te quiero.
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