miércoles, 18 de febrero de 2015

Hermano John de Taizé: Una multitud de amigos. Por Daniel Izuzquiza

De Taizé, Hermano John: Una multitud de amigos. La Iglesia en la hora de la mundialización. Sal Terrae, Santander, 2012. Colección "Servidores y Testigos" 134. 176 páginas. Traducción de Amaya Valcárcel. Comentario realizado por Daniel Izuzquiza.

Libro sencillo y, a la vez, profundo; gozoso e incisivo; estimulante y agradecido. El hermano John de Taizé esboza en estas páginas una teología espiritual de la amistad que es, al mismo tiempo, un acercamiento a lo nuclear del evangelio y una llamada a la coherencia misionera y apostólica en nuestro mundo. 

Comienza formulando y explicando, en el primer capítulo, que la fe cristiana es «la propuesta concreta de una comunión universal en Dios» (p. 25), lo cual lleva connaturalmente a abordar la Iglesia en el capítulo 2. En tercer lugar, analiza la amistad a lo largo de la historia (a través de testigos privilegiados que la vivieron y pensaron: Agustín de Hipona, Elredo de Rieval, Tomás de Aquino, Jeremy Taylor o Dietrich Bonnhoeffer, entre otros) y apunta después a una teología de la amistad. El cuarto capítulo describe el sueño, la experiencia y la propuesta de la comunidad ecuménica de Taizé, como parábola de la comunidad que ha logrado ser comprendida por miles de jóvenes a lo largo de los años. El quinto y último capítulo es más propositivo, más interpelante, más ético; pero su llamada a la acción es básicamente una invitación. A ser amigos de Dios y amigos unos de los otros; a fomentar comunidades de acogida; a trascender fronteras; a ser servidores de la unidad; a cuidar la vocación ecuménica; a ser amigos de todos. Es decir, a vivir algo de lo que nuestro mundo y nuestra Iglesia tanto necesitan y anhelan.


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