BIENVENIDOS A HOLANDA
Emily Perl Kingsley es una escritora que se unió al equipo de Barrio Sésamo en 1970. Desde entonces ella se ha encargado de los guiones de esa serie. En 1974 tuvo un hijo, Jason Kingsley, que nació con síndrome de Down. Sus experiencias con Jason inspiraron a Emily para incluir en Barrio Sésamo a personas con una discapacidad, tanto física como psíquica.
En 1987 Kingsley escribió el texto que hoy quiero compartir contigo: Bienvenidos a Holanda, en el que compara la experiencia de tener un hijo discapacitado con un viaje a Holanda, cuando en realidad se había programado para Italia. Espero que te ayude en el camino de la vida.
"A menudo me piden que describa la experiencia de criar a un hijo discapacitado,
para ayudar a las personas que nunca han compartido esta experiencia única a
comprenderla, a imaginar cómo se sentirían. Es algo así:
Esperar un bebé es
como planear unas vacaciones fabulosas... a Italia. Te compras un montón de
guías y haces planes maravillosos. El Coliseo. El David de Miguel Ángel. Las
góndolas de Venecia. Hasta es posible que aprendas algunas frases útiles en
italiano. Todo resulta muy emocionante.
Tras varios meses
de espera ansiosa, finalmente llega el gran día. Haces las maletas y emprendes
tu viaje. Varias horas más tarde, al aterrizar el avión, la azafata anuncia:
–¡Bienvenidos a
Holanda!
–¡¿Holanda?!
–exclamas–. ¿Cómo es que estamos en Holanda? ¡Pero si yo viajaba a Italia! Esto
tiene que ser Italia. ¡Llevo toda mi vida soñando con viajar a Italia!
Pero ha habido un
cambio de itinerario. El avión ha aterrizado en Holanda y es allí donde tienes
que quedarte.
Lo importante es que
no te han llevado a un lugar horrible, desagradable, asqueroso, donde reinen el
hambre, las plagas o las enfermedades. Es, tan solo, un lugar distinto.
Así que no te
queda más remedio que salir y comprar guías nuevas, aprender un idioma totalmente
diferente, y conocer a un grupo nuevo de personas, a las que de otro modo jamás
hubieras conocido.
Es, tan solo, un
lugar distinto. Tiene un ritmo más lento que Italia, es menos llamativo. Pero
cuando llevas cierto tiempo allí, tras recuperarte de la primera impresión, al
mirar a tu alrededor... empiezas a darte cuenta de que Holanda tiene molinos de
viento... y de que Holanda tiene tulipanes. Holanda incluso tiene cuadros de
Rembrandt.
Sin embargo, todos
tus conocidos no hacen más que viajar a Italia y alardear a su regreso de lo
maravillosa que ha sido su estancia allí. Y, durante el resto de tus días, te
dirás: «Sí, allí era donde yo también tenía que haber ido. Eso es lo que yo había
planeado».
Y el dolor que
esto te causa nunca, nunca, nunca desaparecerá... porque el no realizar un
sueño supone una pérdida muy muy importante.
Pero... si te
pasas la vida lamentando el hecho de no haber ido a Italia, tal vez nunca
llegues a tener la libertad para disfrutar de las cosas tan especiales y tan
maravillosas... ¡que tiene Holanda!"
La verdad que son palabras hermosas y solo las madres que tienen hijos con esa enfermedad lo saben, y hacen lo que sea para que sus vidas sean, como la de cualquier otra, las felicito y un aplauso a esas luchadoras
ResponderEliminarGracias, mi desconocido amigo. Estoy completamente de acuerdo contigo. Un saludo, Javier.
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