lunes, 3 de noviembre de 2014

101 Cuentos clásicos de la India. Por Javier Sánchez Villegas

101 Cuentos clásicos de la India. La tradición de un legado espiritual. Recopilación de Ramiro Calle. Edaf, Madrid, 1995. Colección "Arca de Sabiduría" 16. 128 páginas. Comentario realizado por Javier Sánchez Villegas.

En alguna ocasión he dicho que normalmente somos nosotros los que elegimos los libros. Sin embargo, a veces ocurre que son los libros los que eligen a sus lectores. Eso es lo que me ha pasado con esta obra. Al lado de casa de mi madre en Cáceres hay una librería-papelería regentada por una amiga mía de toda la vida. Al entrar para saludarla, este libro cobró vida y salió a mi encuentro. No pude resistirme a comprarlo. La mística, la India, los cuentos... me han seducido.
Al empezar a leer la introducción, escrita por Ramiro Calle (Director del Centro de yoga "Shadak" de Madrid), algo ha vibrado por dentro. 
Es cierto que "desde tiempos inmemoriales, la India ha sido tierra de renombrados maestros espirituales, sabios, místicos y yoguis. Es la patria del hinduismo, el budismo, el jainismo y el yoga y el lugar de nacimiento del Buda, Mahavir, Tilopa, Shankaracharya, Ramakrishna y Ramana Maharshi, entre tantos otros. No es casual, por tanto, que tenga una herencia espiritual y cultural de excepción, habiendo aportado una magnífica literatura mística que incluye los Vedas, los Upanishads, el Ramayana, El Mahabharata, El Dhammapada y otros fabulosos textos".

Por eso este libro es tan atractivo. El autor continua diciendo que ha hablado con "eremitas, sadhus, yoguis e instructores místicos. Todos ellos coinciden en la limitación del pensamiento ordinario para expresar conceptos de altura metafísica. El conocimiento cotidiano debe dejar paso a un conocimiento supracotidiano o Sabiduría que permita captar vivencial y existencialmente la Última Realidad como quiera que la definamos: iluminación, satori, samadhi, nirvana. Como con las palabras, muchos maestros, para apuntar a realidades que trascienden la mente ordinaria, se han servido de símiles, analogías y parábolas, utilizando como vehículo las narraciones y los cuentos. Estos cuentos, comprensibles incluso para las personas más sencillas, son capaces, de un modo sucinto y claro, de expresar más y mejor que todos los discursos del mundo, ya que permiten acceder a comprensiones muy sutiles y profundas. Si, como hemos visto, la India ha destacado por su rico caudal de espiritualidad, no puede extrañarnos, por tanto, que desde hace milenios se hayan venido perpetuando cuentos e historias para transmitir una enseñanza mística o iniciática. Muchos de ellos poseen un gran sentido del humor y resultan tan significativos y significantes como sugerentes y deliciosos, habiendo alcanzado otros países y siendo incorporados por otras tradiciones y culturas".

Bien, este libro es el resultado de la recopilación de cuentos e historias de la India que el autor ha realizado a lo largo de sus múltiples viajes a este país. Al final de cada uno de ellos, el propio autor ha incluido "una apostilla que resume el mensaje interior que tradicionalmente los maestros asimilan a cada narración. Naturalmente, este breve comentario es sólo una interpretación a un determinado nivel, ya que los cuentos tienen la facultad de contener distintas lecturas según los particulares grados de comprensión". Por este motivo, este libro es apto para todo el mundo, con independencia de la edad, creencias, formación, etc.

En fin, libro más que recomendable para todo aquel que quiera profundizar e intuir por dónde va el camino que te lleva a la Inteligencia Suprema o a Dios (que decimos nosotros por aquí), y que pasa por uno mismo, a través del silencio, la renuncia al propio yo, etc.

Para terminar, quiero transcribir uno de los cuentos. En otra ocasión iré compartiendo otros cuentos de este libro. Que lo disfrutes. Hasta la próxima.


Ansia

Era un padre de familia. Había conseguido unas buenas condiciones de vida y había enviudado, después de que sus hijos se hicieran mayores y encauzaran sus propias vidas. Siembre había acariciado la idea de dedicarse a la búsqueda espiritual y poder llegar a sentir la unidad con la Conciencia Universal. Ahora que ya no tenía obligaciones familiares, decidió ir a visitar a un yogui y ponerlo al corriente de sus inquietudes, pidiéndole también el consejo espiritual.
El yogui vivía cerca de un río, cubriendo su cuerpo con un taparrabos y alimentándose de aquello que le daban algunos devotos. Vivía en paz consigo mismo y con los demás. Sonrió apaciblemente cuando llegó hasta él el hombre de hogar.
-¿En qué puedo ayudarte? -preguntó cortésmente.
-Venerable yogui, ¿cómo podría yo llegar a percibir la Mente Universal y hacerme uno con Ella?
El yogui ordenó:
-Acompáñame.
El yogui condujo al hombre de hogar hasta el río. Le dijo:
-Agáchate.
Así lo hizo el hombre de hogar y, al punto, el yogui lo agarró fuertemente por la cabeza y lo sumergió en el agua hasta llevarlo al borde del desmayo. Por fin permitió que el hombre de hogar, en sus denodados forcejeos, sacara la cabeza. Le preguntó:
-¿Qué has sentido?
-Una extraordinaria necesidad y ansia de aire.
-Pues cuando tengas esa misma ansia de la Mente Universal, podrás aprender a percibirla y hacerte uno con ella.

El Maestro dice: Aunque pienses en la palabra "lámpara", no se enciende la luz. Que la motivación de libertad interior sea real y seguida por la práctica y no se quede sólo en una idea.


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