viernes, 21 de junio de 2024

Dominique Janthial: El libro de Isaías. Por Enrique Sanz Giménez-Rico

Janthial, Dominique: El libro de Isaías, o la fidelidad de Dios a la casa de David. Verbo Divino, Estella, 2008. 56 páginas. Cuadernos Bíblicos, 142. Comentario realizado por Enrique Sanz Giménez-Rico.

La Editorial Verbo Divino ha traducido hace unos meses este «Cuaderno bíblico» sobre el libro de Isaías, escrito por un buen conocedor del citado libro, el cual concede una especial importancia a su unidad, tal como puede verse con mayor amplitud en la tesis doctoral que realizó bajo la dirección de J.-P. Sonnet, titulada «L’oracle de Nathan et l’unité du livre d’Isaïe». 

A lo largo de las casi 60 páginas del citado cuaderno, el autor expresa repetidamente que se puede leer el libro de Isaías como un libro, como un rollo que hay que desenrollar, cuyo hilo conductor es la fidelidad de Dios a las promesas hechas a la casa de David por medio de Natán. Por eso indica en numerosas ocasiones las palabras, expresiones y motivos comunes o iguales que aparecen en los diferentes capítulos de Isaías. 

Tras destacar brevemente la importancia que posee el año 1980 para el conocimiento del libro de Isaías, fecha en que «recupera por fin su derecho de ciudadanía», el autor dedica varias páginas a resaltar la importancia del oráculo de Natán en el libro de Isaías (Is 7), donde se resalta particularmente el mencionado tema de las promesas de Dios a la casa de David. También a la relación entre dicho capítulo y los capítulos centrales del libro (Is 36-39). 

Enumeramos a continuación algunos de los aspectos del libro de Isaías más destacados por D. Janthial:
– Las dos tablas que aparecen al comienzo del libro de Isaías (Is 1,1-2,5), que son, por un lado, una denuncia irónica de la actitud incoherente de los «hijos» que van hacia los «atrios de Yahveh» y, por otro, la visión del futuro con respecto a la casa de Yahveh, a la que acudirá una peregrinación renovada buscando y proponiendo una paz universal.
– El bien ensamblado conjunto de Is 1-12, «verdadera gramática del lector de Isaías para leer el conjunto del libro», donde ya aparecen temas tan centrales en él como salvación de Dios e infidelidad del hombre.
– La conexión entre Is 34, comienzo de la segunda parte del libro, e Is 1, caracterizada por el uso de términos similares, o el empleo en ambos de un díptico de contraste. Y, especialmente, por «el hecho de que cada una de las partes del libro de Isaías (Is 1ss e Is 34ss) comience con el espectáculo de una gran desolación que denota paradójicamente una apuesta por la esperanza».
– El sentido que, a lo largo de los capítulos del libro, va adquiriendo la promesa de Dios a la casa de David; especialmente el de los que pueden entrar a formar parte de ella (Is 55). 

Quien quiera acercarse a la lectura del libro de Isaías, ni fácil ni sencilla, puede hacerlo acompañado de estas páginas de D. Janthial, que le ayudarán sin duda a entrar en una obra que tanta importancia da a la salvación que Dios ofrece a los que están sufriendo tantas y tan grandes catástrofes.


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