viernes, 28 de marzo de 2025

Josep Otón: Relatos con vivencia. Por Mª Ángeles Gómez-Limón

Otón, Josep: Relatos con vivencia. Retratos de interior. Ediciones Khaf, Madrid, 2010. 118 páginas. Comentario realizado por Mª Ángeles Gómez-Limón.

«Estos relatos esbozan situaciones cotidianas con la intención de presentar otras caras de la realidad y mostrar la riqueza de matices de los parajes que flanquean nuestro recorrido por la vida. Pueden constituir una lectura para reflexionar sobre la propia vida y sus múltiples experiencias y sentimientos». En estos términos, el autor nos invita a pasear detenidamente por unos relatos que quieren ser auténtica pedagogía, en el más preciso sentido del término, pues son compañeros y guías para hacer esta incursión en esa tierra desconocida que es la propia interioridad. Esta nueva publicación, coherente con los intereses y la línea de trabajo del autor, nos presenta una propuesta –un recurso, más exactamente– para leer y educar en valores. 

De su extenso currículo, señalamos solo algunas notas. Josep Otón Catalán es doctor en Historia por la Universidad de Barcelona. Está especializado en el pensamiento de la filósofa francesa Simone Weil. Catedrático de enseñanza secundaria, ejerce de profesor en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas de Barcelona desde el año 2002. Es autor de libros de texto y materiales didácticos, así como de diversas obras de narrativa. Sobre espiritualidad ha escrito, entre otras obras, El inconsciente, ¿morada de Dios? (2000); Vigías del abismo. Experiencia mística y pensamiento contemporáneo (2001); Debir, el santuario interior. La experiencia mística y su formulación religiosa (2002); El camino espiritual de Simone Weil (2009); Historias y personajes. Un recorrido por la Biblia (2010). Colaborador en diversas obras colectivas y revistas de pastoral, es un auténtico referente cuando se trata de educar la interioridad en adolescentes y jóvenes. 

La obra que comentamos consta de un conjunto de veintiséis relatos precedidos de una Introducción. Este pórtico es, en este caso, de singular importancia, pues señala la procedencia, finalidad y valor de un recurso formativo que admite diversos niveles de lectura con sus correspondientes claves de interpretación: nivel emocional, ético y trascendente. Seguidamente, expresa –con buen criterio práctico y sentido educativo pastoral– una posible metodología a seguir para mejor aprovechar las posibilidades que estas historias ofrecen. Finalmente, se indican en este apartado qué valores son los que puede ahondarse de manera especial en cada uno de los relatos. 

«Un retrato es fruto de la reflexión y, a su vez, invita a la reflexión. No es un simple calco de lo que se ve. Reclama el análisis, el estudio, la interpretación, la síntesis, porque solo de esta manera es posible reelaborar la imagen, crear, producir algo nuevo que sirva de puente entre lo que se ve con los ojos y lo que se capta» (p. 7). Y esto son los relatos: retratos de personas en situaciones concretas, que generan la posibilidad de establecer «puentes» entre experiencias personales y las realidades reflejadas. Retratos... de interior, es decir, de lo que «pasa dentro» a propósito de lo que «pasa fuera». Retratos que van reflejando diversas áreas de la realidad personal: en su propia autoconciencia, en lo interpersonal, en el trabajo, en la soledad, el ocio, etc. Así, aparecen propuestas para trabajar valores como la interioridad, el respeto a la naturaleza, las relaciones, el esfuerzo y la autosuperación, la amistad, el amor, la comunicación, el ocio, la paz, la solidaridad, la familia, el sentido de la vida, entre otros. 

La editorial ha cuidado con esmero la presentación, lo que siempre motiva a adentrarse en el contenido. Dirigido primariamente –según parece– a educadores de adolescentes (y esa adolescencia prolongada en la que se encuentran algunos jóvenes...), su atenta lectura muestra cómo se ejemplifican situaciones presentes también en un entorno adulto. 

Creemos que Relatos con vivencia constituye un material valioso tanto para un uso esporádico al servicio de temas educativos concretos como para establecer un proceso para un gradual aprendizaje de escucha de sí mismos, tomando conciencia de que lo esencial de la vida no se capta a la primera, sino que se reserva y prueba la calidad y veracidad de nuestro interés. Hace falta detenerse, silencio, escucha, vivir desde dentro... Básico, ¿no? 


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