CEMBRERO, Ignacio: La España de Alá. La Esfera de los Libros, Madrid, 2016. 390 páginas. Comentario realizado por Daniel Izuzquiza.
El autor es un veterano periodista (entre otros medios, más de treinta años en El País), especializado en el Magreb y en las relaciones entre Marruecos y España. Que sea periodista le otorga a su prosa una agilidad y una pluralidad de voces que, sin duda, el lector agradece; que sea veterano le permite adoptar una perspectiva amplia y libre; y que sea especialista le garantiza hablar con conocimiento de causa y con hondura. Si a todo esto se suma la relevancia y actualidad de la cuestión abordada, la recomendación del libro se torna evidente.
Encontraremos en él una descripción de la población musulmana en España, en sus aspectos cuantitativos y cualitativos (caps. 1-3), incluyendo un muy pertinente análisis de sus liderazgos (cap. 7) y de la lucha entre Arabia Saudita y Marruecos por el control de las mezquitas españolas (cap. 8). Se trata de un asunto complejo y muy importante, pues ayuda a elaborar un mapa de posiciones que resulta de gran interés para ubicarse con matices y sin ingenuidades.
También coloca el foco de análisis en dos significativas áreas geográficas: Cataluña, por un lado (cap. 5), y las ciudades de Ceuta y Melilla, por otro (cap. 10). De creciente actualidad son las páginas dedicadas a la radicalización y el yihadismo (cap. 6), así como las que emplea en esbozar el trabajo de los servicios de inteligencia, desde hace años (cap. 9). Dos capítulos presentan sendos estudios de casos: el referido al comercio halal, interpretado como una “oportunidad perdida” (cap. 11), y el dedicado a la televisión (cap. 12: esta vez, con una batalla entre Irán y Arabia Saudí, con el político Pablo Iglesias y su Fort Apache como protagonistas indirectos).
Finalmente, se presenta lo que el autor llama “islamofobia de baja intensidad” (cap. 4) y se analiza el movimiento “entre la sharía y la laicidad” (cap. 13). En este punto, el autor parece caer en la misma dificultad que atenaza a los líderes europeos: mientras que se inclina a defender medidas con las que «España se parecerá bastante a Francia, el país más laico de Europa» (p. 383), parece olvidar que, «al renunciar parcialmente a sus principios laicos, el Gobierno francés persigue un único objetivo: luchar eficazmente contra la radicalización» (p. 199). Ciertamente, en esa paradoja parece estar atrapada Europa. En este sentido, no es un reto pequeño el que el Islam plantea a la convivencia democrática.
El libro no resuelve todas las cuestiones pero proporciona un buen material para construir una opinión informada. Fruto de su género periodístico, en ocasiones hay cierto desorden con idas y venidas temáticas, pero en conjunto se lee con mucha soltura.
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