Caso, Ángeles: Contra el viento. Planeta, Barcelona, 2009. 272 páginas. Comentario realizado por Óscar Ávila Pardo.
Una amazona con coraza de oro
La última novela de Ángeles Caso, Contra el viento, es la historia que puede ser la biografía de muchas mujeres que contra viento y marea han ido abriéndose paso en un mundo profundamente patriarcal. Cada una de las mujeres que aparecen en esta novela nos muestran un testimonio de lucha permanente por la dignidad humana.
La historia que se narra es la de una mujer negra, nacida en Queimada, un pueblo de una de las islas de Cabo Verde, llamada Sâo, que desde su más tierna infancia se fue curtiendo como alguien que siempre aspiraba a más. Ya de niña, cuando ve morir a su amiga Renée por la fiebre, se hace el propósito de estudiar y ser médico. «Si tenías dinero no te morías. Al menos no a los seis años. Y ella quería conseguir que las niñas de seis años no tuviesen que morir. Sería médico, y atendería a personas sin dinero que viviesen en aldeas rodeadas de rocas» (p. 70). Este deseo la lleva a luchar y esforzarse a hacer las cosas lo mejor posible. Pero en un mundo de pobres eso no basta. Sâo es una de esas mujeres a las que el destino fue curtiendo para hacer de su vida una lucha permanente por la supervivencia.
La narración comienza contando la procedencia de Sâo, hija de Carlina, que fue una mujer de pueblo, que hizo todo lo posible por formar una familia, pero que no tuvo suerte. Siendo muy joven se embaraza y tiene a su hijo Heráclito, al cual mima y quiere como a nada en el mundo, es una madre sobreprotectora a rabiar que no quita ojo a su hijo por nada del mundo. Pero como las desgracias cuando vienen no se anuncian, en un accidente, mientras Carlina esta en misa, Heráclito muere, dejando abandonada en una soledad profunda a esta madre.
Carlina, con el fin de soportar el dolor de la pérdida de su hijo, se abandona en el alcohol, situación que la lleva incluso a perder el sentido a menudo. En este estado Carlina da nuevamente a luz, esta vez una bella negra a la que llamará Sâo. La niña, en un comienzo, no es aceptada por su madre, rota por el dolor insuperable de la pérdida de Heráclito y desconocedora de quién fue el padre que engendró a la niña, proyecta toda la rabia que lleva en su interior contra la criatura. Incluso llega a tomar la decisión de que no se puede hacer cargo de Sâo, y paga para que la cuide a su vecina y amiga Jovita, que acepta el encargo y recibe una merecida cantidad de dinero por ello.
Con el tiempo Carlina conoce a otro hombre con quien forma una nueva familia, en la cual no había espacio para Sâo. Carlina y su esposo emigran a Europa dejando a Sâo con Jovita, quien se transforma en su madre y sostén.
Un buen día llega a Queimada doña Natercia, una mujer blanca cuyo deseo más profundo es ser maestra para tratar de que todos los niños que eduque sean hombres y mujeres de bien y con proyecciones en la vida. Este deseo le había llevado a abandonar su ciudad natal, dejando familia y prometido, para irse a vivir a este pueblo y poder trabajar como profesora de niños pobres cumpliendo así su más profunda vocación. El encuentro con Sâo supone un cambio para las dos: por un lado Sâo, que aún siendo muy niña, tiene muy claro que, de mayor, va a ser médico; por otro Natercia, que encuentra en Sâo la ocasión de proyectar su mejor vocación de maestra.
Todo va bien durante los seis primeros años que dura la escuela en el pueblo. Durante este tiempo, Sâo se esfuerza y logra sobresalir por encima de sus compañeros de aula, lo cual supone una gran satisfacción para su maestra. Pero las dificultades comienzan para Sâo cuando Jovita le comunica que no va a poder seguir estudiando por falta de dinero, al llevar un tiempo largo sin recibir nada de dinero de su madre. Carlina, que vive en Italia, está sufriendo la crisis económica y necesita de todos sus escasos ingresos para sobrevivir ella misma en esta situación. De esta manera el mundo cambia drásticamente para Sâo que tiene que dejar de estudiar y se consuela soñando con dejar su pueblo y comenzar una nueva vida fuera de allí.
Cuando puede se va a la capital a trabajar con la familia Monteiro cuidando a sus hijos y haciendo a la vez de educadora. Instalada en su nueva familia todo marcha bien hasta que don Jorge se fija en Sâo con otros ojos, ya no como la niña que cuida de sus hijos, sino como mujer. Ante esta situación de acoso que la asusta, huye de esa familia y comienza a buscar un nuevo empleo.
Esta búsqueda la lleva a trabajar con Benvinda, una mujer negra que ha tenido la experiencia de vivir en Europa y comienza a entusiasmar a Sâo para emigrar. Su salida de Cabo Verde la lleva a la capital de Portugal, en donde ayudada por su amiga Liliana, mujer emancipada que llevaba un tiempo en Lisboa y que se ocupa de acoger y acompañar a otras mujeres que vienen de África, consigue trabajo y un lugar donde vivir. Sâo se siente profundamente acompañada por ella, y así comienza a insertarse en esta nueva realidad.
El amor llega cuando conoce a Bigador, angoleño que lleva tiempo en Portugal y que en un comienzo se muestra cariñoso y amable con Sâo, situación que la encandila. Eso sí, todo cambia cuando se casan y deciden formar familia: el hombre amable se transforma en una bestia que maltrata a esta mujer que sólo busca salir adelante. La vida de Sâo va a estar siempre marcada por la lucha, el dolor y gozo de saber vivir y enfrentar con dignidad lo que viene.
Ángeles Caso nace en Gijón, en 1959, es licenciada en Historia del Arte. Autora de varias novelas entre las que destacan: Elisabeth, emperatriz de Austria-Hungría o El hada maldita (1993); El peso de las sombras (1994), novela finalista en el premio Planeta del mismo año; El mundo visto desde el cielo (1997), que es una parábola sobre el amor y la inspiración; Un largo silencio (2000), con la que gana el Premio Fernando Lara, se ha convertido en un hito en las novelas de la recuperación de la memoria histórica. Con la presenta novela, Contra el viento, gana el Premio Planeta 2009, al abordar en una misma historia un personaje que encarna toda una serie de problemas que sufre la mujer en la actualidad. Sâo se convierte en un personaje capaz de superar la discriminación, el racismo, el machismo, y toda la cultura que, en principio, no está dispuesta a ofrecerle ninguna facilidad. El proyecto migratorio de Sâo es un proyecto de futuro, es el proyecto de una mujer decidida a encontrar un lugar digno en medio de una sociedad digna. Es el proyecto de muchas otras mujeres africanas que ven en la migración la única salida para sus anhelos.
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