lunes, 9 de noviembre de 2020

José Miguel García Pérez: La pasión de Cristo. Por Ramón Gómez Ruiz

García Pérez, José Miguel: La pasión de Cristo. Una lectura original. Encuentro, Madrid, 2019. 212 páginas. Comentario realizado por Ramón Gómez Ruiz (Seminario Monte Corbán, Santander).

En torno a la pasión de Cristo se ha dicho, escrito, filmado, soñado e imaginado mucho. Cuando nos situamos ante los relatos evangélicos que nos cuentan cómo fueron las últimas horas del Maestro podemos percibir que entre los evangelios sinópticos y Juan hay diferencias notables o, incluso, entre los propios sinópticos. Por eso es necesario llevar a cabo una lectura original que nos permita descubrir el porqué de estas aparentes incongruencias literarias y cuál es el papel que juegan a la hora de configurar la fe, la predicación de la Iglesia o la vivencia cristiana de la Semana Santa. Este es, precisamente, el propósito del biblista José Miguel García Pérez (Madrid, 1951), sacerdote diocesano de Madrid y profesor de Sgda. Escritura en la Facultad de Teología San Dámaso y en el Instituto de Ciencias Religiosas de Madrid.

Las 212 páginas de la obra se desgranan en seis capítulos con algún excurso que permite al lector ahondar en alguna cuestión concreta. En el prólogo nos introduce en la obra explicándonos que “el motivo por el que se escribió la historia de la Pasión no estaba en realizar una crónica, relatar la materialidad de los hechos” (pág. 11) sino en desvelar “el verdadero sentido de la vida de Jesús, su verdadera misión” (pág. 12). Por ello no podemos perder de vista que “los evangelistas transmiten estos acontecimientos dentro de un relato, de una composición literaria. En este sentido, es absolutamente necesario entender perfectamente la narración escrita contenida en los evangelios, intentando resolver todas las oscuridades lingüísticas que encontramos en ella, al mismo tiempo que debemos prestar atención a los hechos que testimonian y a su modo de narrar” (pág. 13). Por eso es fundamental, como se pondrá de manifiesto a lo largo de la obra, volver, una y otra vez, al sustrato arameo y hebreo de las redacciones del griego bíblico.

El capítulo I es un preludio que nos sitúa ante una de las diferencias más significativas entre los sinópticos y Juan: la cronología de la Última Cena y la pasión de Jesús. Nos sitúa, también, la decisión de prender a Jesús y el trasfondo sacrificial y salvífico de la Última Cena. 

El capítulo II nos sitúa ante el prendimiento de Jesús. Para muchos de los que no hemos estado en Tierra Santa nos imaginamos el prendimiento de Jesús en Getsemaní como nos lo presenta la conocida película del cineasta Mel Gibson, La pasión. En este capítulo nos adentraremos en la “configuración geográfica” de Getsemaní, en los acontecimientos que allí sucedieron y en lo que el sustrato arameo y hebreo nos pone de manifiesto. Así mismo se ahonda en una cuestión de sumo interés: la conciencia de Jesús ante su próxima muerte. El capítulo concluye con un excurso que nos habla del misterioso joven que huyó desnudo. 

Si prestamos atención a los relatos evangélicos de la Pasión del Señor sabemos que el aspecto jurídico es una de las dimensiones fundamentales. El capítulo III nos sitúa en el juicio ante el Sanedrín y el capítulo IV nos sitúa ante Pilato. La lectura atenta de ambos capítulos nos permite conocer y armonizar las diferentes versiones que nos encontramos de los hechos que, según nos muestra el P. García Pérez, no son tan distintos como parecen, y contraargumentar la posición de algunos autores o comentaristas bíblicos que emplean dichas divergencias entre los textos para poner en evidencia la historicidad de los hechos narrados. Observaremos cuáles son los motivos argüidos para la condena a muerte del Galileo así como una “redención” de la persona del prefecto romano, Poncio Pilato, al que en la lírica religiosa se le ha convertido en “Judas II”. 

La crucifixión se aborda en el capítulo V. El capítulo aborda las noticias cronológicas dispares que nos encontramos, cómo es narrada la crucifixión, los personajes que aparecen en la escena, la dimensión soteriológica (salvífica) y martirial-sacrificial de la muerte en cruz. El capítulo concluye con un excurso que nos detalla algunos elementos históricos, físicos y psicológicos del suplicio de morir en una cruz. 

El capítulo VI estudia el entierro de Jesús haciendo una explicación de los ritos funerarios propios del judaísmo y las diferencias que se dan durante la preparación y sepultura del cadáver del Nazareno. Se ahonda en la cuestión cronológica y en otros elementos que se narran en los diferentes textos evangélicos que han llegado hasta nosotros. 

Estamos ante una lectura original de la pasión de Cristo como reza el subtítulo mismo de la obra. Una lectura original que nos permite adentrarnos en los detalles, los personajes, los acontecimientos… de lo narrado “como si presente me hallare” que diría el español Íñigo de Loyola, cuyo quinto centenario de canonización está próximo en el tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario