Ignacio de Loyola: Cartas esenciales. Por Antonio Maldonado

Ignacio de Loyola: Cartas esenciales. Mensajero, Bilbao, 2017. 237 páginas. Introducción y edición de Manuel Ruiz Jurado. Comentario realizado por Antonio Maldonado.

El también autor de la excelente biografía de san Ignacio El peregrino de la voluntad de Dios, nos regala ahora esta acertada selección de cartas del maestro Ignacio. Y no podía ser de otro modo. Sus estudios históricos sobre los Siglos de Oro de la literatura mística española, y sus años de magisterio en el Instituto de Espiritualidad de la Pontificia Universidad Gregoriana (Roma), le han facilitado la ardua tarea de recorrer y estudiar los doce volúmenes de cartas del fundador de la Compañía de Jesús. Ello ha hecho posible la mencionada biografía y esta valiosa selección. 

Repetir tan magno recorrido no es posible sino a contados estudiosos. Por eso la publicación de las “Cartas esenciales” es un gesto de generosidad y de suma importancia para los que no podemos bucear en ese mar inmenso de las cartas completas de Ignacio de Loyola. Lo que para el autor fue tarea imprescindible y laboriosa, hasta conseguir penetrar en el corazón del “peregrino de la voluntad de Dios”, y hacer de él y su época un retrato fidedigno, es para nosotros un don precioso. 

Como reconoce el P. Ruiz Jurado, las cartas son un material imprescindible para conocer a fondo la persona y la época estudiada. Toda biografía moderna las considera como material de suma importancia, y así es en el caso de san Ignacio de Loyola, si queremos entender su vida y profundizar en su espiritualidad. 

Esto resulta difícil de apreciar y entender en nuestros días, cuando experimentamos que el peso del movimiento pendular a favor de la predominante tecnología de la comunicación fácil e instantánea ha desplazado y suprimido el uso del estilo epistolar como medio de comunicación de ideas y eventos históricos, personales y sociales. 

Quienquiera que aspire a conocer y vivir la espiritualidad Ignaciana, puede acudir a estas Cartas esenciales, con plena seguridad de conseguir un amplio y profundo avance en el camino ignaciano, que lleva a buscar y cumplir, siempre y en todo, la divina voluntad. Felicitamos al autor, y esperamos que siga comunicándonos su rico saber teórico y práctico sobre san Ignacio y la Compañía de Jesús.