García de Castro Valdés, José (ed.): Los Directorios de J. A. de Polanco, SJ. Mensajero-Sal Terrae-UPCo, Bilbao-Santander-Madrid, 2016. 422 páginas. Colección Manresa nº 59. Comentario realizado por Manuel García Bonasa.
El profesor José García de Castro S.J., de la Universidad Pontificia Comillas, presenta como editor un libro que recoge obras de uno de los jesuitas más importantes de los primeros años de la Compañía de Jesús, el burgalés Juan Alfonso de Polanco (1517-1576). El P. Polanco fue secretario de los tres primeros Superiores Generales de los jesuitas: San Ignacio de Loyola, Diego Laínez y San Francisco de Borja. Aparte de dedicarse a sus tareas burocráticas, Polanco fue un prolífico y relevante escritor, tanto de miles de cartas de contenido plural y diverso, como de obras que abarcan materias jurídicas, espirituales o históricas. Nos encontramos, pues, ante uno de los jesuitas “de la primera hora” que conoció como pocos tanto la Compañía de Jesús en sus albores, como el mundo social, político, eclesial y religioso de su tiempo. Desde su atalaya romana estableció un contacto con personas, instituciones, estamentos y realidades sociales de todo tipo, que le permitió desarrollar propuestas escritas sobre la manera como debían actuar los jesuitas en diversos campos de su misión pastoral. En concreto, este libro contiene tres escritos sobre el modo de proceder de los mismos en la praxis de dar Ejercicios Espirituales, escuchar confesiones y asistir a moribundos, tres de los ministerios pastorales más frecuentes y más pedidos a los jesuitas del momento por personas e instituciones de toda condición y situación en Europa.
Aunque el profesor García de Castro aparece como el editor del libro, es necesario reconocer al comienzo de estas páginas la laudatoria labor de otros cuatro colaboradores que han aportado su buen hacer en la edición de estos tres trabajos del P. Polanco: Diego Alonso-Lasheras S.J., Francisco Javier de la Torre y Miguel Lop Sebastiá S.J. Por su parte, el prof. Carlos Baciero S.J. (CSIC) ha sido el traductor del latín de dos de los Directorios, el de Ayudar a bien morir y el de Confesores. El resultado final es un trabajo de conjunto espléndido y necesario, que recupera tres obras primordiales de la literatura espiritual y jesuita del siglo XVI.
¿Qué es un Directorio? Es un manual práctico de instrucciones sobre el ejercicio de una tarea pastoral concreta. En el libro que nos ocupa, éstas son el dar Ejercicios Espirituales, el confesar o administrar el sacramento de la reconciliación y el acompañar al buen morir a moribundos. El jesuita norteamericano John W. O’Malley, en su obra Los primeros jesuitas (col. Manresa nº 14), señala en el capítulo dedicado a las “Obras de Misericordia” que con estos ministerios se “completaba el ciclo comenzado con los ministerios de la palabra” (p. 207), que se recogen en el documento fundacional de la Compañía de Jesús y que se denomina la “Fórmula del Instituto”. No estamos, pues, ante unas actividades pastorales entre otras muchas que desarrollaban los jesuitas del siglo XVI, sino ante tres ministerios pastorales que los configuraban y definían como tales en dicho tiempo y que, a su vez, los identificaban claramente, con su “marca ignaciana” ante los hombres y mujeres de su época, en cualquier lugar de Europa.
Los tres Directorios de Polanco no son simplemente unos escritos más de devoción y de fervor de la literatura espiritual del momento, son obras básicas para entender el modo de proceder y la identidad de los jesuitas que fundaron y estaban consolidando la Compañía de Jesús. Nos hallamos ante tres textos importantes de lo que la Compañía de Jesús entiende qué es y cómo debe ser su aportación a la renovación y a la misión de la Iglesia Católica en aquellos años. De ahí que Ignacio de Loyola mostrara siempre un gran interés en que los jóvenes jesuitas se formaran sólidamente para el ejercicio de estos servicios que iban a ser determinantes para el modo propio de ejercer el ministerio sacerdotal y pastoral de los jesuitas. Este libro recupera tres verdaderas joyas de la literatura espiritual jesuítica de la primera Compañía de Jesús, contribuyendo así a la memoria del carisma y a la construcción dinámica de una identidad entendida siempre como fidelidad creativa a los orígenes y al núcleo fundacional de la Compañía.
El libro que recensionamos rescata tres de los escritos de mayor trascendencia de Polanco. El Directorio de Confesores y el Directorio para ayudar a bien morir, en su momento, fueron traducidos a diversas lenguas europeas y fueron –a decir de algunos historiadores de la época– “auténticos best-sellers”, que leían con fruición e interés los clérigos católicos tanto seculares como regulares. El Directorio de Ejercicios, aunque tuvo una repercusión más ad intra de la Compañía de Jesús, es valorado y juzgado por estudiosos de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio y de la espiritualidad ignaciana como uno de los más acertados sobre la práctica de acompañar los Ejercicios y ciertamente el que mayor influencia tuvo en el Directorio Oficial (1599) mandado publicar por el P. Aquaviva, quinto Superior General de los jesuitas.
Veamos un poco más en detalle cada una de estas obras de Polanco. El Directorio de Confesores, editado por el Prof. Diego Alonso-Lasheras, recoge el aprecio que Ignacio de Loyola y los jesuitas tenían por este ministerio sacramental. Al asumirlo la Compañía de Jesús como uno de sus ministerios prioritarios, se vio la necesidad de un pequeño manual que ayudase a los jesuitas a realizarlo con dignidad y hondura. Apareció en un momento de crisis religiosa y de crisis del sacramento. Aquí Polanco integra una profunda teología dogmática y espiritual con un lenguaje cercano y muy pastoral. No falta una buena dosis de sentido común y realismo en la praxis del ministerio, especialmente cuando incorpora consideraciones del Derecho Canónico. Era un libro que informaba, formaba y orientaba a todos aquellos que se acercaban al mismo. Como escribe en su primera obra sobre el P. Polanco (col. Manresa nº 48) el profesor José García de Castro: “sus planteamientos y la lucidez de sus formulaciones, guardan todavía hoy una sorprendente actualidad” (p. 253).
El Directorio para ayudar a bien morir, editado por el prof. Francisco Javier de la Torre, es otra excelente síntesis de la teología espiritual, dogmática, moral y de la práctica concreta pastoral del momento. Destaca la gran sensibilidad humana de Polanco en estas circunstancias tan complejas para todo ser humano. Sin ahorrar dramatismo, pone en evidencia la hondura de la esperanza cristiana y de la misericordia divina, capaces de superar la culpa y el pecado. Se acentúa más la experiencia definitiva de Dios Padre que la realidad misma de la muerte. Aquí aparece el Polanco más humanista, hombre de su tiempo y conocedor de la cultura renacentista, y no tanto el escritor espiritual heredero de las imágenes, pensamiento y la mentalidad del tardío medioevo.
Finalmente el Directorio de Ejercicios Espirituales, editado por Miguel Lop, la obra menos conocida fuera de la Compañía de Jesús. Para algunos comentaristas, uno de los Directorios de Ejercicios más perspicaces que se han escrito, donde de modo singular construye un magisterio lúcido sobre la cuestión de la elección, iluminando sabiamente la relación entre el ejercitante y su acompañante (instructor). El P. Iparraguirre, uno de los mayores conocedores de la espiritualidad ignaciana del siglo pasado, dirá comentando el Directorio de Polanco: “ningún otro directorio contemporáneo alcanza esta penetración psicológica, esta armónica disposición de los elementos más variados (…) este sentido realista de la vida espiritual”.
Hace ya unos años que el profesor José García de Castro expresó y recogió la relevancia que el P. Juan Alfonso de Polanco tuvo en la construcción de la identidad y la estructura de la naciente Compañía de Jesús, en su obra Polanco. El humanismo de los jesuitas (1517-1576) (col. Manresa nº 48). Ahora, en esta nueva obra de la que aparece como editor y realizada en colaboración con compañeros jesuitas, profesores de la Universidad Pontificia Comillas y de la Universidad Gregoriana, ahonda y explicita, si cabe más, la rica personalidad del P. Polanco. Obra que ve la luz en este significativo año de 2017 en el que, entre otras importantes conmemoraciones, recordamos el V centenario del nacimiento del P. Polanco (Burgos, 1517). Felicitamos al traductor, a los autores, al editor por el trabajo realizado, y de nuevo a la colección Manresa por seguir poniendo al alcance de todos obras de las fuentes y del riquísimo patrimonio de la tradición jesuítica e ignaciana.
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