viernes, 29 de septiembre de 2023

Luis González-Carvajal: El Padrenuestro explicado con sencillez. Por Mª Ángeles Gómez-Limón

González-Carvajal, Luis: El Padrenuestro explicado con sencillez. Sal Terrae, Santander, 2009. 144 páginas. Comentario realizado por Mª Ángeles Gómez-Limón.

Nos sorprende el autor en esta ocasión con una publicación de estas características. En este pequeño volumen se disuade directamente de acercarse al texto para una lectura seguida del texto, sino que, por el contrario, anima a secuenciarla pausadamente en diversos momentos de meditación, único modo para el aprendizaje de la oración del Señor (cf. p. 15). 

Luis González-Carvajal, sacerdote de la diócesis de Madrid y profesor en la Universidad de Comillas, no necesita presentación. Pocos autores tienen en su haber el mérito de que de sus obras haya sido objeto de veinte ediciones, como es el caso de Ésta es nuestra fe, y una trayectoria de reflexión teológica y pastoral concretada en tantos títulos y de tanta difusión. Entre los recientemente publicados, destacamos: El clamor de los excluidos. Reflexiones cristianas ineludibles sobre los ricos y los pobres (2009); Los cristianos en un Estado laico (2008); Entre la utopía y la realidad. Curso de moral social (2008); En defensa de los humillados y ofendidos. Los derechos humanos ante la fe cristiana (2005); Iglesia en el corazón del mundo (2005); Ideas y creencias del hombre actual (2005); Los cristianos del siglo XXI (2005); Cristianismo y secularización (2003). 

«Este libro pretende que aprendamos a rezar mejor el Padrenuestro» (p. 11), nada más y nada menos. Así de sencillo y así de difícil, pues, al fin y al cabo, la oración enseñada por el Señor Jesús se convierte en todo un camino de relación con el Abbá, con los hermanos y con las cosas de cada día y del mañana y, consiguientemente, en un perfil sui generis de la existencia cristiana. 

Para alcanzar el objetivo propuesto, el autor, tras una Introducción en la que explica el origen de la obra y su horizonte, va desglosando el comentario a la oración dominical a través de una serie de capítulos cortos, articulados a su vez en breves epígrafes. El capítulo inicial, titulado El Padrenuestro, compendio del Evangelio, según la sugerente expresión de san Agustín, da una visión de conjunto incidiendo en el carácter de identidad cristiana de la oración y ciertos rasgos de la estructura de la «oración de oraciones». A continuación, cada una de las peticiones del Padrenuestro sirve de título a los siguientes capítulos, incluyéndose el Amén. Así, Padre, Nuestro, Que estás en el cielo..., etc. 

El Padrenuestro explicado con sencillez es una pequeña obra maestra en la que se engarzan en sabia combinación las notas exegéticas e históricas, de la tradición, las referencias a autores diversos de variadas épocas y la aplicación a las circunstancias y búsquedas en las que se desarrolla la vida cotidiana de los lectores. Iluminación y encarnación que constituyen una trama idónea que facilita el acceso a la vida y la oración «según el Padrenuestro», el cultivo de la mirada y las actitudes «según Jesús», esto es, «según el Abbá» de quien procedemos, hijos e hijas y, por tanto, hermanos y hermanas. 

Más fácil en la apariencia que en el fondo, más ligero a primera vista que tras una lectura reposada, la obra llega a nosotros como una invitación suave e incisiva para la reflexión y el aprendizaje, pero también, y sobre todo, para la contemplación y la praxis del Padrenuestro, que «más que una oración para rezar, es una oración para vivir» (p. 132). Escrito con el estilo fluido y sugerente –simpático a veces– que caracteriza a nuestro autor, tiene vocación radicalmente pastoral y parece llamado a depositarse en todo tipo de mesas y manos de creyentes y buscadores de la fe. 

Estamos de acuerdo: «el mundo entero cambiaría si fuéramos capaces de rezar bien el Padrenuestro» (p. 133).


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