Jean-Marie Élie Setbon: De la Kipá a la Cruz. El viaje de un judío hacia el Cristianismo. Rialp, Madrid, 2014. 160 páginas. Colección Biografías y testimonios. Traducción de Miguel Martín. Comentario realizado por María José Betí.
Este libro me ha subyugado desde que leí el subtítulo "El viaje de un judío hacia el Cristianismo". Todo él es autobiogràfico, y eso ya me capta la atención, pero este especialmente no es para menos, pues trata capítulo a capítulo la vida de su autor y los pasos que lo llevaron a su conversión. Cuando cogí el libro no pude parar de leer por las sopresas que me llevé. No me esperaba algunas de las vivencias que él cuenta. Su atracción por la cruz desde la infancia, a escondidas de su familia; la experiencia de la comunión, me dejó asombrada. Y las gracias con las que Jesús supo tocar el corazón esperando el momento oportuno. La trascendencia asoma con naturalidad en la vida de este hombre. Jean Marie rompió y se rompió por ser fiel a ese deseo interior que nació en su infancia, pero es que Cristo no le dejó, le persiguió hasta que le dio alcance. El autor nombra muchísimas veces a San Pablo, ¡cómo puede entender lo que también él vivió! Tengamos en cuenta que se trata de un judio ultraortodoxo que se siente atraído por Jesús, que le vive, un hombre que lucha.
El libro me ha hecho pensar en todo, en muchas vertientes, me hace pensar en la responsabilidad de los católicos ante los buscadores, ¡con cuántos cristianos anónimos nos cruzamos! La aportación que un judío converso puede aportar al cristianismo, el dialogo entre diferentes religiones. La lectura de este libro no deja indiferente, lo recomiendo porque en él descubrirá el lector una conversión contada con sencillez, transparencia y mucho detalle. Le hará pensar.
Este libro me ha subyugado desde que leí el subtítulo "El viaje de un judío hacia el Cristianismo". Todo él es autobiogràfico, y eso ya me capta la atención, pero este especialmente no es para menos, pues trata capítulo a capítulo la vida de su autor y los pasos que lo llevaron a su conversión. Cuando cogí el libro no pude parar de leer por las sopresas que me llevé. No me esperaba algunas de las vivencias que él cuenta. Su atracción por la cruz desde la infancia, a escondidas de su familia; la experiencia de la comunión, me dejó asombrada. Y las gracias con las que Jesús supo tocar el corazón esperando el momento oportuno. La trascendencia asoma con naturalidad en la vida de este hombre. Jean Marie rompió y se rompió por ser fiel a ese deseo interior que nació en su infancia, pero es que Cristo no le dejó, le persiguió hasta que le dio alcance. El autor nombra muchísimas veces a San Pablo, ¡cómo puede entender lo que también él vivió! Tengamos en cuenta que se trata de un judio ultraortodoxo que se siente atraído por Jesús, que le vive, un hombre que lucha.
El libro me ha hecho pensar en todo, en muchas vertientes, me hace pensar en la responsabilidad de los católicos ante los buscadores, ¡con cuántos cristianos anónimos nos cruzamos! La aportación que un judío converso puede aportar al cristianismo, el dialogo entre diferentes religiones. La lectura de este libro no deja indiferente, lo recomiendo porque en él descubrirá el lector una conversión contada con sencillez, transparencia y mucho detalle. Le hará pensar.
Espero que puedas disfrutar con su lectura como lo he hecho yo.
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