Pals, Daniel L.: Ocho teorías sobre la religión. Herder, Barcelona, 2013. 558 páginas. Traducción de Roberto H. Bernet. Comentario realizado por Teófilo Urueña.
Se trata de la traducción de una segunda edición corregida, revisada y aumentada (en su versión anterior eran siete las teorías que se presentaban) de una obra muy difundida en el ámbito anglosajón. Y se explica perfectamente esta difusión, ya que desde la misma introducción se hace una presentación atrayente del tema: se trata de hacer un recorrido histórico por las teorías que han ido surgiendo a lo largo de los últimos siglos acerca del papel que desempeña la religión en la cultura… Para hacer este recorrido se buscan una serie de especialistas que, además de haber elaborado teorías sobre otros aspectos de la cultura, han incidido también en el estudio de la religión. Todo ello desde el presupuesto de que el fenómeno religioso es una manifestación más de la cultura y como tal es susceptible de ser analizado desde las diferentes ciencias que analizan otros fenómenos culturales. Y todo ello, también, desde la perspectiva de una serie de investigadores que, aunque cada uno maneje una de las ciencias particulares del hombre —la antropología, la sociología, la psicología, …—, aspiran a dar una visión totalizante que explique del todo el hecho religioso en su conjunto, más allá de un hecho concreto de una religión concreta…
El libro está organizado en torno a nueve capítulos, uno para cada uno de los ocho pensadores —Tylor y Frazer, Freud, Durkheim, Marx, Weber, Eliade, Evans-Pritchard y Gertz— y otro final para establecer una serie de conclusiones. La forma de tratar a cada uno de los pensadores es la misma: una primera parte, de tipo contextual —los datos biográficos imprescindibles para situar al autor en su época y ambiente—; una segunda parte en la que se presenta el pensamiento en general del autor; una tercera en la que se establece su pensamiento acerca del papel de la religión —generalmente a través de la revisión de su obra escrita al respecto—; y una parte final en la que se establecen, por una parte, los lazos con los otros autores que se estudian y, por otra, las objeciones que han planteado a la teoría enunciada sus principales críticos.
Si bien no están todos los que son, el autor justifica la selección realizada en función de un criterio de relevancia: algunos de los autores que merecerían aparecer o aparecen en otras obras, se marginan en ésta porque si sus teorías fueron relevantes en su momento, o bien lo han dejado de ser en la actualidad, o bien han sido desarrolladas ampliamente por algún otro discípulo que sí aparece.
El libro, bien escrito y bien traducido, posee un valor muy a tener en cuenta, y es el didáctico; al ofrecer un abanico tan amplio de autores, procedentes cada uno de una rama distinta del saber, puede resultar para muchos un buen repaso de los autores más conocidos y una buena introducción a los menos conocidos. Esta combinación permite que su lectura se pueda recomendar a un amplio espectro de público. Resulta especialmente interesante el capítulo noveno, en el que el autor, además de recoger los resultados de las exposiciones de los autores que ha tratado y expuesto, en una primera parte, da una serie de pistas de por dónde han discurrido las más recientes propuestas dentro de cada campo, en relación con ellos, encontrando precisamente en esta vigencia y continuidad una respuesta que le sirve para validar su criterio de elección. Elabora, además, en este último capítulo, lo que él llama un «ejercicio final (de) comparación y valoración de las teorías», que más que un ejercicio cerrado o un colofón final, supone una invitación al lector para que siga trabajando y elabore él mismo esas conclusiones en una disciplina tan interesante.
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