Muñoz Molina, Antonio: Todo lo que era sólido. Seix Barral, Barcelona, 2013. 254 páginas. Comentario realizado por Daniel Izuzquiza.
El conocido novelista ubetense se adentra en esta ocasión en el ensayo; eso sí, se trata de una reflexión narrativa y espléndidamente escrita. Es la voz de un ciudadano que reflexiona desde su compromiso cívico para aportar luz a la crisis que vivimos, intentando indagar en las causas que la han provocado. Emplea como hilo conductor una metáfora ("todo lo que era sólido se desvanece en el aire": pág. 17) que, por supuesto, está emparentada con otra bien conocida del sociólogo Zygmunt Bauman, la sociedad líquida. No es sólo que la burbuja inmobiliaria (el ladrillo) se pinche y se desinfle, sino que todo lo que dábamos por supuesto se hizo frágil y huidizo; aunque, en realidad, nos habíamos anclado en el simulacro. "Lo que se tiró en lo superfluo nos falta ahora en lo imprescindible" (pág. 220).
El conocido novelista ubetense se adentra en esta ocasión en el ensayo; eso sí, se trata de una reflexión narrativa y espléndidamente escrita. Es la voz de un ciudadano que reflexiona desde su compromiso cívico para aportar luz a la crisis que vivimos, intentando indagar en las causas que la han provocado. Emplea como hilo conductor una metáfora ("todo lo que era sólido se desvanece en el aire": pág. 17) que, por supuesto, está emparentada con otra bien conocida del sociólogo Zygmunt Bauman, la sociedad líquida. No es sólo que la burbuja inmobiliaria (el ladrillo) se pinche y se desinfle, sino que todo lo que dábamos por supuesto se hizo frágil y huidizo; aunque, en realidad, nos habíamos anclado en el simulacro. "Lo que se tiró en lo superfluo nos falta ahora en lo imprescindible" (pág. 220).
Muñoz Molina hace un sano y lúcido ejercicio de memoria, desenmascarando no sólo la corrupción político-económica, ni quedándose en el entramado administrativo que lo hizo posible, sino entrando también en el ambiente cultural, en las complicidades de la prensa o la intelectualidad. Brillantes digresiones sobre el papel de la memoria y el tiempo, o sobre el papel de la identidad en sociedades complejas (enriquecidas por la propia existencia del autor, a caballo entre Madrid y Nueva York), constituyen igualmente a iluminar la realidad. Debe valorarse el tono autocrítico, realista y constructivo, que apunta finalmente a una "serena rebelión cívica".
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