Torralba, Francesc y Santos, Ismael: Inteligencia espiritual y deporte. Plataforma, Barcelona, 2016. Colección Actual. 322 páginas. Comentario realizado por Jesús Ángel Rodríguez.
Para los que practicamos deporte, encontrarnos con un libro que hable de la unión de Inteligencia Espiritual y Deporte atrae.
He de reconocer que he comprendido muchas cosas de las que hago (o que he visto a otros) cuando hago deporte. Lo mío es la bicicleta, y esporádicamente el triatlón. Las tres facetas requieren tener fuerza de voluntad para ir a entrenar, dado que se pasa bastante tiempo en soledad cuando haces cualquiera de las tres modalidades (nadar, bicicleta y correr). Tu cabeza da muchas vueltas cuando estás metido en el ejercicio, te ayuda a conocerte y a dejar la mente en blanco (tengo un amigo que aprovecha para rezar en sus salidas ciclistas). También te da la oportunidad de entrenar con otras personas, lo cual es enriquecedor.
En el libro también descubres aspectos que no son tan buenos como la fanatización en el deporte de masas, el consumismo bestial de prendas y equipamiento, los malos comportamientos con los compañeros y rivales (en ciclismo hay un dicho que reza: «Si quieres un amigo, cómprate un perro»).
Una de las experiencias más gratificantes que tuve fue la de correr la San Silvestre vallecana con mi amigo Mariano Fresnillo. Como él lo cuenta muy bien, me remito a sus palabras (http://blogs.periodistadigital.com/invidente-pero-visible.php/2013/01/08/p327439#more327439). Este artículo es parte del libro: Comunicar Discapacidad en la Red, Editorial viveLibro, 2015).
Para los que practicamos deporte, encontrarnos con un libro que hable de la unión de Inteligencia Espiritual y Deporte atrae.
He de reconocer que he comprendido muchas cosas de las que hago (o que he visto a otros) cuando hago deporte. Lo mío es la bicicleta, y esporádicamente el triatlón. Las tres facetas requieren tener fuerza de voluntad para ir a entrenar, dado que se pasa bastante tiempo en soledad cuando haces cualquiera de las tres modalidades (nadar, bicicleta y correr). Tu cabeza da muchas vueltas cuando estás metido en el ejercicio, te ayuda a conocerte y a dejar la mente en blanco (tengo un amigo que aprovecha para rezar en sus salidas ciclistas). También te da la oportunidad de entrenar con otras personas, lo cual es enriquecedor.
En el libro también descubres aspectos que no son tan buenos como la fanatización en el deporte de masas, el consumismo bestial de prendas y equipamiento, los malos comportamientos con los compañeros y rivales (en ciclismo hay un dicho que reza: «Si quieres un amigo, cómprate un perro»).
Una de las experiencias más gratificantes que tuve fue la de correr la San Silvestre vallecana con mi amigo Mariano Fresnillo. Como él lo cuenta muy bien, me remito a sus palabras (http://blogs.periodistadigital.com/invidente-pero-visible.php/2013/01/08/p327439#more327439). Este artículo es parte del libro: Comunicar Discapacidad en la Red, Editorial viveLibro, 2015).
Sólo pienso destriparte el prólogo, que fue lo que me llenó de ganas de leerlo. Te extracto a continuación unos párrafos del mismo.
El deporte no solo forja el carácter y permite generar vínculos humanos de calidad, sino que activa dimensiones de la persona que raramente se explicitan.
El término espiritual se asocia normalmente a religión, pero es cierto que en determinados momentos y en modalidades deportivas (escalador, maratoniano, nadador, submarinista o ciclista) se desarrollan capacidades y potencias espirituales de la persona.
El deporte es un tipo de actividad que estimula distintas modalidades de inteligencia, no solo la kinestésica y corporal, sino también la intrapersonal y la espiritual.
El libro está estructurado en cinco partes:
1ª parte: El fenómeno del deporte desde el punto de vista antropológico y sociológico.
2ª parte: El deporte como experiencia integral e integradora, como una vivencia que hace florecer las cuatro grandes dimensiones del ser humano (la física, la psíquica, la social y la espiritual).
3ª parte: Virtudes que se desarrollan a través de la práctica deportiva.
4ª parte: La inteligencia espiritual.
5ª parte: Liderazgo deportivo.
Como se puede apreciar, los autores creen en el potencial transformador y liberador que tiene la práctica deportiva correctamente ejecutada en el conjunto de la sociedad.
Francesc Torralba (Barcelona, 1967) doctor en Filosofía y Teología. Dirige la cátedra ETHOS de la Universidad Ramon Llul dedicada a la ética de las organizaciones. Ha escrito más de noventa libros y parte de su obra ha sido traducida a otros idiomas. Imparte cursos y conferencias por todo el mundo y asesora a distintas organizaciones no lucrativas.
Ismael Santos (Orense, 1972) se fue a Madrid con 13 años fichado por la sección de baloncesto del Real Madrid, donde jugó 14 temporadas. Debutó en el equipo profesional en 1989, jugando posteriormente 9 temporadas y siendo capitán 4 años. Tras cuatro temporadas jugando en Italia y Grecia, abandonó definitivamente el baloncesto profesional. Tras retirarse, comenzó la práctica del montañismo, convirtiéndose para él en una forma de vida y en una escuela de valores. Es también autor de Desde la cumbre (Plataforma, 2014).
No hay comentarios:
Publicar un comentario