jueves, 23 de mayo de 2019

Jonathan Crary: 24/7. Por José Ignacio García-Valdecasas

Crary, Jonathan: 24/7. El capitalismo al asalto del sueño. Ariel, Barcelona, 2015. 144 páginas. Traducción de Paola Cortés-Rocca. Comentario realizado por José Ignacio García-Valdecasas.

Jonathan Crary (1951) es un profesor de Historia del Arte de la Universidad de Columbia que ha escrito sobre las relaciones entre el arte y el capitalismo. En su último libro defiende que el capitalismo, desde la revolución industrial, ha ido mercantilizando la mayoría de las necesidades humanas tales como el hambre, la sed, el sexo o la amistad, con la excepción del sueño. El sueño representa esa necesidad humana que se resiste a ser colonizada por un sistema económico cuyo objetivo primordial es la rentabilidad. 

El libro muestra que la globalización económica actual depende de mercados en pleno funcionamiento durante 24 horas al día y 7 días a la semana (24/7). Es decir, mercados en los que la producción y el consumo no se detengan. Esto es totalmente incompatible con la inactividad, la improductividad y el tiempo muerto que supone el sueño. Por esta razón, el capitalismo tardío del siglo XXI pretende acabar con él y no es extraño que su eslogan sea: “basta de dormir, sólo hay que producir y consumir”. Su objetivo es la producción de un trabajador y un consumidor insomne. El tiempo para el descanso es demasiado caro para la actual economía global. La lógica del sistema es que si en algún sitio existen recursos que explotar, tarde o temprano serán explotados. También se exploran las consecuencias devastadoras sobre los seres humanos de un mercado perpetuo que amenaza con robarles el sueño, y, por tanto, la capacidad de imaginar una realidad diferente. Pero es posible la resistencia inventando nuevas formas de vivir. Para ello, tiene que haber un replanteamiento radical de nuestras necesidades. Esto significa, por ejemplo, negarse a comprar lo que se nos dice que compremos o rechazar activamente la cultura del dinero, así como oponerse a todas las fantasías de riqueza material que nos inundan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario