miércoles, 8 de mayo de 2019

Tomás Navarro: Wabi sabi. Por Iván Pérez del Río

Navarro, Tomás: Wabi sabi. Aprender a aceptar la imperfección. Zenith, Barcelona, 2018. 320 páginas. Comentario realizado por Iván Pérez del Río.

El autor, Tomás Navarro, es licenciado en psicología, autor de varios libros y da cursos y sesiones de formación con el objetivo de acercar las herramientas que ofrece la psicología a la vida cotidiana de las personas.

En su última obra, nos introduce en una tendencia estética japonesa de moda, el Wabi sabi. Esta técnica milenaria ha evolucionado durante siglos y en la actualidad es una filosofía de vida que, a juicio del autor, si se convierte en actitud, “puede ayudarnos a encontrar la serenidad, la inspiración y la libertad”. Con ella se pretende que la persona integre en su vida una serie de valores para aprender a vivir la vida con hondura y profundidad. En nuestra sociedad occidental se desea una vida perfecta y completa para ser felices, y ahí se depositan anhelos –por lo general materiales, pero también personales–. Se piensa en la mujer y en el hombre perfectos, en la familia perfecta, en el trabajo perfecto… Son tantos esos anhelos, son tan grandes nuestras aspiraciones que, al toparnos cada día con nuestra realidad, se genera en nosotros frustración, huidas parciales para compensar la diferencia tan grande entre el anhelo y la realidad.

El Wabi sabi nos enseña a aceptar, a convivir con la realidad. Lo que la sociedad penaliza, “una vida imperfecta, incompleta y efímera”, esta técnica japonesa lo pone en valor. La clave no está tanto en aspirar a la perfección, sino en aceptar la imperfección de todo.

Los más exigentes podrían pensar que esto conduce a una especie de conformismo o resignación. Nada más lejos de la realidad. Aceptar no es un mero conformismo. Esta técnica nos invita a aceptar aquello que no podemos cambiar, para focalizarnos en aquello que tiene solución. En cambio, el conformista o el que se resigna, llega a verlo todo saludable y no es motor de cambio o iniciativa.

Se abordan cuestiones tan presentes en lo cotidiano como la motivación y la gestión de nuestras necesidades y nuestros propósitos. El Wabi sabi es una puerta para disfrutar de la belleza de lo humilde, lo modesto y lo no convencional.

En el inicio de cada bloque, tres en total en todo el libro, aparece una conversación entre un abuelo Hitoshi y su nieto Susumo. Ese es el pórtico de entrada de cada bloque, el marco sobre el que se construye todo el contenido. Nada mejor que una charla de este tipo para adentrarnos en esta técnica, una conversación sencilla y profunda, hecha en lo cotidiano, en la relación recíproca; hecha de pequeños detalles, esos que nos permiten disfrutar del día a día y captar la profundidad de todo lo creado —con su imperfección también—.

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