Julia Merodio Atance: ¡Deja de quejarte! Por Javier Sánchez Villegas

Merodio Atance, Julia: ¡Deja de quejarte! Comienza a sanar tus heridas. Paulinas, Madrid, 2020. Comentario realizado por Javier Sánchez Villegas.

Pues sí, este libro ha llegado en el momento adecuado. Después de ocho meses de baja laboral como consecuencia de un accidente de moto que casi me lleva al otro barrio, uno empieza a quejarse. Prometo que hasta ahora la cosa iba bien: buena cara, sonrisa, no quejas ni malos rollos... Pero, entre que los dolores de la cadera no cesan, y que el confinamiento no ayuda en esto de la convivencia, el hecho es que estoy empezando a ser un quejica. Mi familia ya me lo está diciendo. Tengo que plantearme un cambio. Si no, esto puede acabar inciertamente. El hecho es que el libro de Julia Merodio me ha venido como anillo al dedo. ¿Por qué? Enseguida lo vais a entender.

Julia Merodio no necesita presentación para los asiduos de este blog. De ella, ya hemos presentado varias de sus obras, fundamentalmente los Via Crucis: contado por María, de la vida, del testigo (pincha aquí para poder acceder a los comentarios de dichas obras), y algunos de sus textos. Y ya hemos dicho en varias ocasiones que, lo más característico de Julia, es su capacidad para hilvanar la vida cotidiana con la Palabra que da la Vida. En el caso del libro que nos ocupa, en cada capítulo, la autora nos presenta en primer lugar un cuento. Algunos son conocidos, otros no. Es lo mismo. Da igual. Lo importante es que cada relato nos confronta con una realidad humana distinta, y nos hace pensar. Los cuentos nos invitan a ser mejores, a superarnos, a ir a la fuente del agua que jamás se agota... a ser un poco más como Jesús.

Posteriormente, Julia nos insta a reflexionar sobre el tema en cuestión: nuestras heridas, indecisiones, vacíos, contradicciones... Para ello, ella misma comparte sus pensamientos, sus experiencias de vida, sus puntos de vista..., que son un preludio de nuestras reflexiones a la luz del cuento que inauguraba cada capítulo. 

Para finalizar, un apartado común en cada capítulo que se llama "Para el crecimiento personal". Una serie de preguntas, acertadas, cortas, certeras, que apuntan a la diana de nuestras vidas, al centro vital a partir del cual construimos nuestras existencias. Estas preguntas, en ocasiones, son muy sencillas de formular, pero tremendamente difíciles de contestar desde la verdad y la honestidad. Por este motivo, este libro puede ser leído individualmente, y reflexionado desde la intimidad de la soledad. Pero también puede servir como pretexto para ser compartido en grupo, o en familia, o en comunidad. El diálogo que puede promover seguro que será rico y feraz.

El punto de partida del libro es que vivimos en la negatividad y en la queja. Me explico, no todos. Pero sí una parte importante de nuestros familiares y vecinos. La queja, la crítica insulsa y estéril, se ha instalado en nuestras vidas. Obviamente no hay un remedio eficaz y único para superar esto, lo cual hace que los psicólogos estén encantados de la vida. Pero sí intentos de ayudar a centrar la cuestión, de valorar desde dónde surge tanta queja y tanta visión negativa. Este es el objetivo del libro: ayudar a que las personas sean capaces de darse cuenta de que las heridas que todos llevamos dentro (primera parte) solo pueden ser sanadas por las heridas de aquel que asumió nuestra condición humana (segunda parte). Cada persona posee un valor infinito. Por ello, merece la pena cualquier esfuerzo que se haga para que llegue a ser una persona en plenitud. Pero sabiendo también, que "donde nosotros no lleguemos, llegará él".

Julia, mi más sincera enhorabuena por este nuevo libro. Gracias por seguir tejiendo vida y Vida. Gracias por seguir ayudándonos a no caer en la negatividad o a salir de ella. ¿Para cuándo el siguiente?