Armendáriz, Luis: Hablar con Dios. En la intimidad, en la naturaleza y en la historia. San Pablo, Madrid, 2008. 228 páginas. Comentario realizado por Jesús Sanjosé del Campo.
En la introducción, el autor comienza aclarando que no es lo mismo hablar de Dios que hablar con Dios: de lo primero se encargan la teología y las buenas obras de los creyentes, de lo segundo se encarga la oración, y este es el objetivo de este libro, según el autor.
Los destinatarios, todos aquellos que estén interesados por el tema, sea cual sea su experiencia anterior, e incluso si no la tienen… Se trata de poner ante quien va a orar tres grandes ámbitos, uno mismo, la naturaleza y la historia, y tres modelos bíblicos de orar en esos tres ámbitos planteados en las Escrituras y refrendados por la historia y la experiencia de la misma Iglesia. Y a partir de ahí un desafío: el de elegir entrar en el juego y el de dejarse llevar por el juego mismo. Para los que elijan entrar se encontraran cómo a partir del texto se va haciendo una serie de consideraciones que muestran que, aunque se haya dicho en la introducción que hablar sobre Dios es diferente de hablar con Dios, no se puede hacer lo uno sin lo otro y como lo uno surge de lo otro…
En la introducción, el autor comienza aclarando que no es lo mismo hablar de Dios que hablar con Dios: de lo primero se encargan la teología y las buenas obras de los creyentes, de lo segundo se encarga la oración, y este es el objetivo de este libro, según el autor.
Los destinatarios, todos aquellos que estén interesados por el tema, sea cual sea su experiencia anterior, e incluso si no la tienen… Se trata de poner ante quien va a orar tres grandes ámbitos, uno mismo, la naturaleza y la historia, y tres modelos bíblicos de orar en esos tres ámbitos planteados en las Escrituras y refrendados por la historia y la experiencia de la misma Iglesia. Y a partir de ahí un desafío: el de elegir entrar en el juego y el de dejarse llevar por el juego mismo. Para los que elijan entrar se encontraran cómo a partir del texto se va haciendo una serie de consideraciones que muestran que, aunque se haya dicho en la introducción que hablar sobre Dios es diferente de hablar con Dios, no se puede hacer lo uno sin lo otro y como lo uno surge de lo otro…
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