viernes, 26 de julio de 2024

Vittorio Messori: Hipótesis sobre Jesús. Por María Arinero

MESSORI, Vittorio: Hipótesis sobre Jesús. Mensajero, Bilbao, 2008. 308 páginas. Comentario realizado por María Arinero. 

Hipótesis sobre Jesús
responde a un camino de conversión: la de su autor, V. Messori, escritor y periodista italiano que publicaba en 1976 este libro con un claro objetivo: mostrar la existencia de Dios, su relación con Jesús y, en definitiva, proponer razones para el fundamento de la fe de los millones de cristianos que sustentan la vida y su sentido en el mensaje del Evangelio de ese Jesús. A la vez, se proponía analizar preguntas sobre Jesús: ¿Por qué él, figura tan controvertida, es «salvador»? ¿Qué lo hace diferente de profetas y filósofos como Mahoma, Lao Tse o Zaratrusta? ¿Qué enigma se encierra bajo su nombre? ¿Qué hipótesis cabe formular hoy sobre Él? ¿Estaba de verdad anunciado en las milenarias escrituras de los judíos?... 

Lo que consigue no es tanto dar respuestas, sino hilar datos que pretenden ser objetivos, científicos, históricos y, en cierta medida, críticos. Todo ello sin dejar de suscitar preguntas. No es un libro para teólogos ni sólo para creyentes. Mantiene un lenguaje sencillo y divulgativo, dirigido a un público muy amplio. Está dedicado a los que buscan, empezando por el filósofo B. Pascal, de quien toma la propuesta de «hipótesis» sobre Jesús para dar título al libro y comenzar su exposición.

El texto en cuestión comienza y termina con preguntas. «¿Y si fuera verdad?» lo abre, proponiendo el itinerario de Pascal para cimentar la fe. Y por ello cuestiona: al igual que el teólogo H. Küng, Messori plantea cómo es posible que alguien que marca la vida de millones de personas sea un gran desconocido. Por otro lado, como el filósofo y escritor francés J. Guitton, apunta a un posible malentendido que ha llevado a que el reconocimiento de Jesús como el Cristo y como el mismo Dios no fuera más que una sucesión de erróneas deducciones lógicas. 

La pregunta final, «¿... y si hubo un equívoco?», le lleva a revisar la figura de Jesús en contraposición con otras históricas relevantes y, a menudo, revolucionarias. También con el ateísmo. Para ello expone los clásicos argumentos de Nathanson que cuestionan la bondad y omnipotencia atribuidas al Dios cristiano, y los enfrenta con la paradoja paulina de Dios (cf. 1 Co 1,27-28), con las contradictorias bienaventuranzas o con el Reino prometido a los últimos. 

Entre medias de ambas preguntas, presenta otros temas fundamentales para la teología, aunque siempre desde el punto de vista de su investigación personal. Así, aborda algunas de las razones para creer en el Jesús histórico, la controversia entre el mito y/o la historia, el concreto mensaje de Jesús, sus destinatarios y minorías preferidas y la relación del catolicismo con otras confesiones cristianas.

Finalmente, al margen de la doctrina cristiana y el análisis que se hace del evangelio frente a doctrinas filosóficas, frente a otras religiones y frente a sí mismo (el evangelio como doctrina revolucionaria ya en su época), Messori hace hincapié en la fe y la conducta individual de cada cristiano como transmisor de la esencia del cristianismo, y cuestiona las afirmaciones de Karl Marx sobre la religión como «opio del pueblo» y elemento de «alienación». Según él, éstas serían un resultado, no de la figura de Jesús ni del Evangelio, sino de la imagen que la Iglesia y los cristianos de su tiempo han dado. La opción personal de Messori por la fe cristiana le lleva a concluir en repetidas ocasiones que la figura de Jesús no deja indiferente. Con Él, o se está a favor o se está en contra. Precisamente, el equívoco que genera su persona ha marcado la historia (¡la ha partido en dos!). Y Messori suscribe las palabras de Jesús, «quien no está conmigo está contra mí» (Lc 11,23), proponiendo una necesaria definición personal ante Jesús, que es el Cristo e Hijo de Dios. 

No hay que dejar de tener en cuenta que la búsqueda que presenta el libro está fundada en el propio deseo del autor. Parece una obra hecha para sí mismo que puede mostrar un camino de búsqueda y encuentro para otros. No en vano, para él éste ha sido el resultado de su búsqueda de años sobre cuestiones religiosamente cristianas. Su itinerario puede ser modelo para algunos, prueba para otros y/o simple literatura para terceros. Aun así, Messori intenta documentar científicamente cada una de sus afirmaciones en esta obra divulgativa. Quizá las reflexiones teológicas, filosóficas e ideológicas necesitarían más referencias, e incluso sería mejor incluir las citas bíblicas completas. A muchos lectores les permitirían ahondar más en esa búsqueda personal. En cualquier caso, no pierde su sentido apologético y no deja de mostrar a Jesús y el Evangelio como opciones vitales de sentido pleno. 



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