lunes, 23 de septiembre de 2024

Elena Rodríguez-Avial: La herida se ilumina. Por Jesús Ángel Rodríguez

Rodríguez-Avial, Elena: La herida se ilumina. Acompañamiento eclesial a personas divorciadas. Mensajero, Bilbao, 2024. 277 páginas. Comentario realizado por Jesús Ángel Rodríguez.

Los cristianos divorciados quieren cariño y misericordia,
no impedimentos morales por parte de la Iglesia

Estamos ante un libro que habla de que se puede recuperar la vida tras un divorcio siendo cristiano. Es una pena que desde la Iglesia institucional no salga ningún tipo de ayuda a quienes han sufrido un divorcio. Hay pocas posibilidades de acompañamiento. Desde la Santa Sede aportaron la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia (la Alegría del Amor) publicada en 2016, pero no ha llegado al corazón de todas las diócesis.

La autora ha hecho un trabajo excepcional. La primera parte la dedica al duelo. Recoge material que ha extraído de diversas fuentes. Estas paginas, incluso, pueden ayudar a algunas personas a superar esta etapa.

La segunda parte son entrevistas que ha hecho la autora a una serie de personas que han sufrido una ruptura de pareja y que han podido recrear su vida sin tener que abandonar la Iglesia católica apoyados en alguna herramienta.

Y la tercera parte está formada por cuatro propuestas que hay en la Iglesia, que no ponen condiciones, sino que están abiertas a cualquier cristiano, esté declarado nulo su matrimonio o no.

La primera de ellas es Cuatro Estaciones. Elena Rodríguez-Avial ha hecho el proceso de Cuatro Estaciones y se siente reconstruida. Se basa en un acompañamiento individual que recorre las cuatro estaciones del año en sentido inverso: invierno que es la etapa de reabrir camino, levantar a la persona, trabajar la comunicación y los hijos y la familia; la segunda, el otoño, es un taller grupal de perdón; el verano es la incorporación a la comunidad eclesial en un grupo de vida; y la cuarta es la primavera, que es el momento de reelaborar el proyecto vital en unos Ejercicios Espirituales o lo que mejor le vaya al acompañado. La persona contará con un libro editado en Mensajero que le servirá de mapa para recorrer su camino.

La segunda es el grupo SEPAS, de la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe (Madrid). Su objetivo es aprender a vivir la nueva situación junto con otras personas que están viviendo lo mismo. Su duración es de dos años, en los que van tratando diversos temas. Son grupos de acogida y encuentro.

La tercera es Semillas de Esperanza para Amar y Servir (SEPAS). Nacieron en el Centro Arrupe de Valencia, de la Compañía de Jesús. Se basa en reuniones quincenales de separados y divorciados en las que se tratan diversos temas, contemplados desde la óptica ignaciana, junto con un plan de acción de la persona en su día a día. Están trabajando para incluir herramientas para los hijos y para las familias.

Por último las Escuelas de Perdón y Reconciliación (ESPERE). En sus talleres tratan de sanar heridas. Pueden ser heridas de la vida cotidiana y otras más profundas. Aunque no están dirigidos a situaciones de separación, estos talleres han ayudado a personas divorciadas a sanar sus heridas.

Cuatro Estaciones es una iniciativa de la Comunidad de Vida Cristiana (CVX) avalada por la Universidad Pontificia de Comillas. Como coordinador nacional de Cuatro Estaciones, puedo afirmar que las personas que he conocido que han hecho el recorrido que propone esta herramienta hoy día se encuentran no solo recuperadas de la ruptura, sino que se han recreado y ahora son mejores que antes de que ocurriera.

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