miércoles, 26 de febrero de 2020

Julia Merodio Atance: Via crucis de la vida. Por Javier Sánchez Villegas

Merodio Atance, Julia: Via crucis de la vida. Paulinas, Madrid, 2020. 35 páginas. Comentario realizado por Javier Sánchez Villegas.

Al Via crucis del testigo, al Via crucis de la familia, al Via crucis de las bienaventuranzas y al Via crucis contado por María, ahora hay que añadir el Via crucis de la vida. Y, de nuevo, nos planteamos la misma cuestión: ¿qué puede aportar nuevamente Julia Merodio al Via crucis?, ¿qué puede decir que no haya dicho ya?

Para empezar, se trata de un cambio fundamental de foco. En este Via crucis, el foco está puesto en el hecho de que todos los que acompañaron a Jesús, en el camino del Calvario, volvieron a casa transformados interiormente. Como consecuencia, se trata de darles voz: Judas, un miembro del Sanedrín, Pilato, un verdugo, un testigo anónimo, la Madre, la Verónica, el Cireneo, las mujeres del camino, Jairo, el buen ladrón, el centurión, Nicodemo, José de Arimatea y María Magdalena. Todos ellos fueron testigos. Todos ellos acompañaron. Como veis, hay todo tipo de personajes. Y es importante escucharlos a todos. No solo a los buenos. Estos, de tanto hablar, ya solo dicen cosas intrascendentes. 

Sin embargo, algo nuevo hay en este Via crucis. Los personajes no se limitan a hablar y a decir lo que ven (como en los anteriores), sino que se centran en lo que sienten. Esto le da mayor calado a cada estación, y nos puede ayudar a nosotros a profundizar en el acompañamiento a Jesús en este camino de la cruz.

Posteriormente, un apartado que acerca cada estación del Via crucis a nuestra vida: "Ante nuestra realidad". Es una actualización a nuestro mundo concreto del misterio que estamos contemplando. Además hay otra innovación: en todas las estaciones hay una enseñanza de Jesús. En ella recibimos un mensaje de esperanza, de amor y de fe.

El nuevo Via crucis de la vida de Julia, como podemos ver, es radicalmente distinto si lo comparamos con los anteriores. Obviamente comparte con el resto el hecho de ser Via crucis, es decir, de estar compuesto por quince estaciones (recordemos que a Julia le gusta añadir la estación final: "Jesús ha resucitado") y, por otra parte, de ser una oración con una duración determinada. Por este motivo, no puede excederse en los comentarios, pues tiene que ajustarse a un tiempo limitado.

Hoy es 26 de febrero, miércoles de ceniza. Con este día comenzamos un período de tiempo, hasta Semana Santa, en el que la Iglesia nos invita a purificarnos, a quitar todo lo que nos sobra y nos impide caminar sin ataduras por el camino de la vida. Cuaresma. Tiempo de conversión. Tiempo de cambio. Sin duda alguna, el Via crucis de la vida, de Julia Merodio, nos puede ayudar a conseguir nuestros objetivos. Gracias, Julia, por este nuevo regalo.

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