Moreno de Buenafuente, Ángel: Buscando mis amores. Lectura sapiencial del Cuarto Evangelio. Narcea, Madrid, 2013. 208 páginas. Comentario realizado por Marta Sánchez.
Ángel Moreno, sacerdote secular y especialista en Teología de la Vida Espiritual, escribe con intención catequética y ofrece claves fascinantes para practicar la lectio divina del Cuarto Evangelio. Comienza con una introducción general a la lectura de la Biblia. Señala la hondura del relato neotestamentario según los Santos Padres y un buen elenco de místicos. La novedad del Evangelio del diálogo (Juan) es el don de la Palabra. En estas páginas, el lector encuentra un camino para introducirse como protagonista de las diferentes narraciones joaneas. Descubrir cómo, en su historia personal e individual, Dios le invita a participar en el Misterio Pascual.
El libro se organiza en torno a una lectura circular del Evangelio. La relación entre los diferentes capítulos (1 y 20, 2 y 19, 3 y 18, etc.) permite descubrir el testimonio de Jesús. Al final de cada capítulo hay una oración y una serie de cuestiones personales para grabar mejor la enseñanza recibida y aplicarla en la vida cotidiana.
El hombre ha sido creado por y para Dios. Tiene vocación divina. La oración es el espacio privilegiado para hablar con Dios. Somos invitados a tratar con Él. Buscamos porque tenemos la conciencia de haber perdido algo. Dios siempre cuida de su pueblo y lo libra de todos sus enemigos, aun cuando nos sintamos solos, inseguros. El Señor nos socorre sin que apenas lo notemos. Él nos amó primero. Se fió de María. El corazón del Cuarto Evangelio es presentarnos a Jesús como el buen Pastor, el buen Amigo. El testimonio de Jesús nos libera de nuestros miedos. La Eucaristía es el mejor medio para conocer cómo somos amados. En definitiva, el amor de Jesús es divino, abierto, circular, fecundo, gratuito, entregado sin nada a cambio. Hablar con Dios es ser testigo ante los hombres de la alegría de la fe.
En conclusión, es un libro recomendable para leer en las comunidades o grupos parroquiales. Sirve como fuente para preparar diferentes reuniones. Tiene explicaciones de todos los capítulos del cuarto evangelio y un sinfín de cuestiones para acercar los textos bíblicos a diferentes contextos personales, comunitarios, diocesanos y eclesiales. Su mensaje final es recordar que Jesús nos llama por nuestro nombre y apellido. Nos conoce, nos ama y nos envía a dar testimonio del Amor recibido gratuitamente.


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