Botella Cubells, Vicente: Sacramento. Una noción cristiana fundamental. San Esteban, Salamanca, 2007. 142 páginas. Comentario realizado por Marta Sánchez.
El autor, basándose en un lenguaje claro y sencillo, apto para cualquier persona, va a analizar qué es sacramento en cuatro apartados.
Primero comienza analizando la esencia del sacramento: una aproximación. Cristo es el Gran Sacramento del encuentro del hombre con Dios. Los sacramentos son celebraciones de la fe, los siete sacramentos de la Iglesia son cumbre y fuente de la vida eclesial. Pero hoy, ante la crisis de la viabilidad de la experiencia de fe, ¿qué podemos hacer?
Antes de dar una respuesta a esta cuestión, el autor presenta la noción de sacramento dentro de la historia de la teología. Entramos en la segunda parte de la obra: la enseñanza de la historia.
El autor comienza con la propuesta del Concilio Vaticano II de «poner al día» la doctrina de la Iglesia católica, el aggiornamento conciliar. La fe es histórica y necesita actualizarse. Para ello propone dar una visión a través del tiempo del término «sacramento». Este itinerario histórico pasa por cuatro etapas: el origen bíblico, el significado en la época patrística y escolástica, la doctrina magisterial y la vuelta de la teología contemporánea a los orígenes.
La palabra para referirse al sacramento en la Biblia es mysterion. Para Pablo, Cristo es el misterio de Dios. Es durante el medievo cuando se habla de sacramentum. Durante la Patrística se va a elaborar una definición del sacramento como signo eficaz de la gracia que significa, contiene y causa la santificación.
Para el Magisterio, la definición de sacramento es clave en la vida eclesial. Luego se dará una relación entre sacramento y eclesiología. Y, por último, con el movimiento litúrgico se define el sacramento como símbolo de la fe.
En el tercer apartado de esta obra, esbozo de teología sacramental para el presente, Vicente Botella muestra cómo el sacramento está cimentado en el Misterio Pascual y abierto a una lectura trinitaria y eclesial. Por eso decimos que el hombre es un ser sacramental. El uso de la palabra «sacramento» se amplía a la vida; pero hay que diferenciar el sentido más restringido que corresponde a los siete sacramentos de la Iglesia.
En la última etapa de la obra, en conclusión, el autor invita a celebrar los sacramentos en la Iglesia como símbolo de paz, caridad y fraternidad, en medio de la violencia y el conflicto cada vez más palpables en nuestra sociedad. El sacramento es elemento conciliador entre Dios y el hombre. Y sólo en Cristo se da la mediación establecida por Dios en su relación con el ser humano. Cristo es el único mediador entre Dios y los hombres (1 Tim 2,5).
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