viernes, 30 de agosto de 2024

Walter Kasper: El evangelio de la familia. Por Cristina Guzmán Pérez

Kasper, Walter: El evangelio de la familia. Sal Terrae, Santander, 2014, 102 páginas. Comentario realizado por Cristina Guzmán Pérez.

El cardenal Kasper pronunció, en el mes de febrero de 2014, un discurso sobre las cuestiones actuales del matrimonio y la familia ante el Consistorio extraordinario de cardenales, a instancias del papa Francisco, como preparación del esperado Sínodo extraordinario de los obispos que tratará Los retos pastorales que plantea la familia en el contexto de la evangelización, y que tendrá lugar en el otoño de 2014. Este libro recoge dicho discurso, con el que, según su autor, pretende abordar distintas cuestiones y preparar las bases para su discusión. 

Comienza con una interesante Introducción sobre el redescubrimiento del evangelio de la familia en torno a sus graves problemas actuales y a la crisis de fe. Afirma la necesidad de «retornar a la fuente de donde brotó la doctrina de la Iglesia», esto es, al evangelio. Y desarrolla su comprensión total en cinco «capítulos»: 1) La familia en el orden de la creación. 2) Las estructuras de pecado en la vida de la familia. 3) La familia en el orden cristiano de la redención 4) La familia como Iglesia doméstica. 5) El problema de los divorciados y vueltos a casar. En los tres primeros capítulos va recordando cuanto recogen el Antiguo y el Nuevo Testamento (revelación que interpreta de un modo concreto lo que podemos reconocer desde el punto de vista del derecho natural) en relación con la familia (célula fundamental y vital de la sociedad), desde la creación del hombre y la mujer a imagen de Dios, pasando por la alienación en el hombre y entre los hombres por el pecado, hasta la entrada de Jesús en una historia familiar (de Nazaret) que curó y santificó la familia. En el capítulo 4 se refiere detenidamente a la iglesia doméstica, en la que la familia es la primera y mejor transmisora del evangelio, y sin la cual la Iglesia sería ajena a la realidad concreta de la vida. El último capítulo lo dedica al problema de los divorciados y vueltos a casar, que, como el autor indica, concierne a toda la pastoral matrimonial y familiar y en el que se cuestiona si la vía judicial debe ser la única para resolver este problema o si no serían posibles otros procedimientos más pastorales y espirituales. Las situaciones son muy distintas y deben distinguirse muy cuidadosamente. 

En dos Apéndices se refiere a la fe implícita, afirmando que para la eficacia del sacramento del matrimonio es imprescindible creer en Dios vivo, como meta y felicidad del hombre, y en su providencia; apela además a la práctica de la Iglesia Primitiva, en particular las iglesias ortodoxas. 

Finaliza con unas valientes consideraciones conclusivas sobre el debate, insistiendo en que «no existen divorciados y vueltos a casar, sino situaciones muy diversificadas de divorciados y vueltos a casar que deben distinguirse con sumo cuidado». Y concluye con un Epílogo en el que se pregunta: ¿qué podemos hacer?, proponiendo tres pasos a seguir. 

Esperamos que esta rápida y resumida síntesis del contenido de esta pequeña obra que tenemos la sincera satisfacción de presentar proporcione, al menos, una primera idea de su alcance, de su esperanzador valor para los obispos que se reunirán en el Sínodo, y de su innegable interés para todos aquellos que estamos inmersos en la pastoral familiar.



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