García Domíngjez, Luis María: El libro del discípulo. El acompañamiento espiritual. Mensajero-Sal Terrae, Bilbao-Santander, 2011. 204 páginas. Comentario realizado por Carlos M. Fraile Fasseler.
¿Otro libro sobre el acompañamiento espiritual? ¡Sí! Pero este desde la perspectiva de la persona acompañada o de la que se pregunta si iniciar un acompañamiento espiritual puede ser una ayuda en su vida cristiana. Es la propia experiencia del autor de ser acompañado y de acompañar, y su influencia positiva en su camino cristiano, lo que está en el origen del diseño y el desarrollo del texto.
El libro, desde una perspectiva predominantemente ignaciana, aunque se entrevera con textos bíblicos y de Santa Teresa de Jesús fundamentalmente, compagina tres elementos básicos en los que el acompañamiento espiritual tiene un papel significativo para confirmar, discernir, rectificar, decidir la relación con Dios y con los demás: 1) Dios siempre nos acompaña, somos creados por Él como fruto de su amor y estamos llamados a retornar a Él a través de un camino espiritual. 2) Nuestra respuesta es siempre histórica: seguimos al Señor en nuestras coordenadas de espacio y de tiempo. 3) La autenticidad del camino se juega en el interior, desde donde captamos la presencia y la acción del Dios que está en todas las cosas.
De un modo vital, directo y sencillo, el autor acierta al enumerar, describir y dar orientaciones para las diferentes preguntas e inquietudes de la persona que inicia o continúa el proceso de acompañamiento en los Ejercicios Espirituales. Es una hoja de ruta en 5 capítulos. Solo los indicamos, porque es su lectura la que resultará iluminadora para el lector, de acuerdo con el momento en que se encuentre.
El capítulo 1 presenta qué es el acompañamiento espiritual y los diferentes tipos de acompañamiento; qué objetivos persigue, qué medios utiliza, el tipo de relación que se establece y los diferentes perfiles de acompañantes.
El capítulo 2 aborda los diferentes temas de la entrevista, su relación y graduación, y la pregunta básica de todos ellos: buscar qué dice Dios en la vida, con todo lo que esta la compone.
El capítulo 3 se centra, en primer lugar, en el discernimiento vocacional referido a todo tipo de vocación y, en un segundo momento, en la vocación consagrada, ofreciendo perfiles, dificultades, señales y momentos adecuados para realizar este discernimiento.
En el capítulo 4, el autor analiza el desarrollo de la entrevista, comentando algunas dificultades de la persona y de la misma relación. También presenta las actitudes de la persona acompañada para que la entrevista sea significativa, así como el modo de prepararla antes, durante y después de ella.
En el capítulo 5, García Domínguez propone pistas para practicar lo hablado en la entrevista, centrándolo en la práctica de la vida cristiana (virtudes teologales, vida sacramental, oración, comunidad, servicio, etc.); proponiendo algunos instrumentos de ayuda (cuaderno personal, proyecto de vida); invitando al discernimiento de la oración (consolaciones y desolaciones), de la vida (examen del día, examen ignaciano), de lo bueno (recta intención); ayudando a tomar decisiones (disposiciones, tres procedimientos para elegir) y a la decisión de terminar el acompañamiento espiritual.
Un libro que retoma una intuición de santa Teresa de actualidad para el hoy de tantos cristianos que sienten la necesidad de seguir al Señor en compañía y que cita el autor: «Porque andan ya las cosas del servicio de Dios tan flacas, que es menester hacerse espaldas unos a otros lo que le sirven para ir adelante» (Teresa de Jesús, Libro de la Vida, 7, 22).
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