Sousa Santos, Boaventura de: Si Dios fuese un activista de los derechos humanos. Trotta, Madrid, 2014. 128 páginas. Traducción de Carlos Martín Ramírez. Comentario realizado por Daniel Izuzquiza (Director de la revista Razón y Fe).
Catedrático jubilado de la Universidad de Coimbra, el autor es un conocido intelectual vinculado al movimiento altermundialista y al Foro Social Mundial. Precisamente en este contexto brota su reflexión, al constatar que muchos activistas por la justicia global basan su compromiso en diversas creencias religiosas.
Considera el autor que vivimos en una época dominada por “la hegemonía global de los derechos humanos como discurso de la dignidad humana” (p. 13), pero se trata de un dominio frágil e ilusorio. Es preciso, pues, un discurso y una praxis contrahegemónica; y ahí es donde entran en juego las teologías políticas contemporáneas. En este punto, Boaventura de Santos ofrece su propia tipología de las teologías políticas, distinguiendo en su ámbito de intervención teologías pluralistas y fundamentalistas, y en su orientación teologías tradicionalistas y progresistas (cap. 1). Analiza las teologías fundamentalistas islámica y cristiana (cap. 2-3) y explora las diversas turbulencias que las teologías políticas provocan en el discurso de los derechos humanos: básicamente, plantean preguntas fuertes a los que un discurso débil no puede dar respuesta, quizá ni siquiera comprender (cap. 4). Desde ahí se adentra el autor en su tesis de fondo: caminar hacia una concepción postsecularista de los derechos humanos, a través de una alianza contrahegemónica con las teologías progresistas (cap. 5). Queda la duda de cuánto hay de reducción funcionalista e interesada de lo religioso en esta propuesta, pero sin duda el libro abre pistas sugerentes para la reflexión y para la acción.
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