Todorov, Tzvetan: Insumisos. Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2016. 240 páginas. Traducción de Noemí Sobregués Arias. Comentario realizado por Fernando Gálligo Gómez.
En la contraportada de la edición Galaxia Gutenberg, leemos: “Tzvetan Todorov nos hace descubrir o redescubrir figuras que, cada una a su manera, lograron conciliar exigencia moral y acción pública... Renunciaron al confort, pusieron en riesgo su libertad, en ocasiones su vida, rechazaron el sometimiento y tuvieron el coraje de resistir evitando a la vez sucumbir al odio y a la tentación de la venganza”.
Estos hombres y mujeres son verdaderos iconos y gigantes del espíritu, que ante un sistema represivo totalitario optan por resistir y decir “no”. ¿Cómo enfrentarse a la injusticia y al poder ciego y desbordado?, ¿cómo hacer frente al mal invasivo que trata de deshumanizar? Ellos nos enseñan con su vida a responder a estas preguntas. No vale decir que pertenecen a tiempos pasados, que son personajes de otra era o de otra “pasta”. Ellos son en gran medida nuestros contemporáneos: con ellos hemos recorrido las mismas calles y hemos compartido idénticos sueños y temores. Eso sí, no se dejaron ni asustar por las coacciones ni arrugar por las amenazas. Nos conmueve el valor de estas personas excepcionales que no temen salir a la intemperie de la vida porque saben que no hay vida que merezca la pena ser vivida si uno es privado de su libertad y de su dignidad. Etty Hillesum, Germaine Tillion, Borís Pasternak, Aleksandr Solzhenitsyn, Nelson Mandela, Malcolm X, David Shulman, Edward Snowden son insumisos con una lógica distinta: no quieren dejarse llevar ni por el odio ni por la venganza. Creen que la conciencia debe ser respetada y protegida a toda costa y que nadie puede ser forzado a pensar y a actuar en contra de sus convicciones más profundas. Saben que, una vez que dejamos al rencor entrar en nuestro corazón, vamos a quedar heridos sin remedio para siempre.
En la contraportada de la edición Galaxia Gutenberg, leemos: “Tzvetan Todorov nos hace descubrir o redescubrir figuras que, cada una a su manera, lograron conciliar exigencia moral y acción pública... Renunciaron al confort, pusieron en riesgo su libertad, en ocasiones su vida, rechazaron el sometimiento y tuvieron el coraje de resistir evitando a la vez sucumbir al odio y a la tentación de la venganza”.
Estos hombres y mujeres son verdaderos iconos y gigantes del espíritu, que ante un sistema represivo totalitario optan por resistir y decir “no”. ¿Cómo enfrentarse a la injusticia y al poder ciego y desbordado?, ¿cómo hacer frente al mal invasivo que trata de deshumanizar? Ellos nos enseñan con su vida a responder a estas preguntas. No vale decir que pertenecen a tiempos pasados, que son personajes de otra era o de otra “pasta”. Ellos son en gran medida nuestros contemporáneos: con ellos hemos recorrido las mismas calles y hemos compartido idénticos sueños y temores. Eso sí, no se dejaron ni asustar por las coacciones ni arrugar por las amenazas. Nos conmueve el valor de estas personas excepcionales que no temen salir a la intemperie de la vida porque saben que no hay vida que merezca la pena ser vivida si uno es privado de su libertad y de su dignidad. Etty Hillesum, Germaine Tillion, Borís Pasternak, Aleksandr Solzhenitsyn, Nelson Mandela, Malcolm X, David Shulman, Edward Snowden son insumisos con una lógica distinta: no quieren dejarse llevar ni por el odio ni por la venganza. Creen que la conciencia debe ser respetada y protegida a toda costa y que nadie puede ser forzado a pensar y a actuar en contra de sus convicciones más profundas. Saben que, una vez que dejamos al rencor entrar en nuestro corazón, vamos a quedar heridos sin remedio para siempre.
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