Merodio Atance, Julia: Via crucis contado por María. Paulinas, Madrid, 2017. 36 páginas. Comentario realizado por Javier Sánchez Villegas.
Julia no deja de escribir. Además de la cantidad de libros que tiene escritos (muy recomendables, por cierto), cada semana elabora unos puntos de meditación fantásticos al hilo del evangelio de los domingos o en función del tiempo litúrgico que nos encontremos. Sin embargo, no deja de sorprender. Eso me pasó a mí cuando recibí este librito que la misma autora me mandó a casa. Via crucis contado por María. ¿Será otro Via crucis más como tantos que afloran por las librerías religiosas cuando llega el tiempo de cuaresma? Basta con hojearlo para darse cuenta de que no es así.
"Terminaba la mañana, cuando mi Hijo ascendía, cargando con el palo horizontal de la cruz, para unirlo al que ya le esperaba en la cumbre del monte Calvario. A su lado viví mi propio Via crucis. Por eso, hoy quiero vivirlo con vosotros, pues sé que si yo pasé por el dolor que supone seguir a un Hijo hasta la muerte, seré capaz de entender el sufrimiento de tantos padres y madres que pasan por lo mismo. De ahí que os invite a ponernos en manos de María, para que sea ella la que lleve a Jesús todas esas muertes que traemos en nuestro corazón tan lacerado por el dolor".
De una forma vivencial, entrando en la propia psicología de María, Julia Merodio hace un recorrido por las catorce estaciones del Via crucis. Cada una de ellas se inicia con la lectura del evangelio correspondiente, se hace una reflexión (muchas de ellas impactan) y se concluye con una oración de súplica. El esquema es bien sencillo. Igual que lo es la oración del Via crucis. Se trata de orar con pocas palabras, yendo al grano, procurando meditar los distintos puntos "como si presente me hallare" (que diría san Ignacio de Loyola).
Pero el Via crucis de Julia Merodio va más allá. No termina con la décimocuarta estación: "Jesús es depositado en el sepulcro". Hay una décimoquinta: "Jesús ha resucitado". La resurrección es el final del camino. Jesús no es un Dios de muertos, sino de vivos. Por eso dice la autora que "la resurrección no es algo inalcanzable, es algo que ha llegado ya, que sigue llegando y que nos llega hoy -precisamente hoy-". Debemos actuar, pues, en consecuencia.
En fin, librito más que recomendable para este tiempo litúrgico que estamos viviendo (falta ya muy poco para la Semana Santa). Libro sencillo, pero profundo. Es una guía en el camino de cada día, sea cual sea la fecha en la que lo recemos. Por ello te animo a que lo leas. Perdón, a que lo reces. Te ayudará a introducirte en los misterios más nucleares de nuestra fe cristiana. Hasta la próxima.
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