Cirlot, Victoria y Garí, Blanca (ed.): El monasterio interior. Fragmenta, Barcelona, 2017. 138 páginas. Comentario realizado por Eduard López Hortelano.
Bajo la categoría “monasterio interior” se presenta una excelente y breve obra coral. Perfectamente editada y estructurada —como esta editorial suele habituarnos por su modus laborandi— en cuatro capítulos con su correspondiente bibliografía, y una introducción (Blanca Garí) que cincela el hilo conductor de estos estudios: el monasterio interior.
Frente al eclipse de los neomisticismos y los sortilegios de las nuevas prácticas espirituales que inundan nuestros mercados y que intentan dar respuestas demasiado fáciles, rápidas y aparentemente eficaces, este libro se presenta en lo que Jung llamó el espíritu de la profundidad versus el de la materialidad, o bien en lo que Foucault o Hadot denominaron como souci de soi o cura de sí. Si el primer milenio se caracterizó por el desierto como ese lugar físico para la construcción de una realidad interior; en la Edad Media, el monasterio interior emerge como la creación de la profundidad, del ejercicio y de la perfección espirituales (Peter Sloterdijk).
Caroline Bruzelius, experta en el arte arquitectónico medieval, elabora un riguroso estudio acerca del espacio de Santa Clara de Nápoles. En él, la autora se aproxima a la construcción de una clausura y de un espacio no funcional sino esencialmente simbólico.
Por su parte, Marco Rainini, profesor de la Università Cattolica del Sacro Cuore (Milán), se centra en las imágenes diagramáticas que representan un ordo o ratio medieval. Este estudioso en particular del monje benedictino Konrad von Hirsau (c. 1070-1150), realiza una “exégesis visual” de los diagramas en los árboles del Liber floridus, de la Rota Dominice orationes y de la Expositio in Cantica Canticorum de Godofredo de Auxerre. Sin duda, las imágenes hablan, no solo ilustran; dicen, no solo son una simple decoración.
María Tausiet, historiadora española, profundiza en la relación entre alquimia y secreto a finales del siglo XVI mediante la experiencia del monje jerónimo Juan en el monasterio de santa Engracia en Zaragoza.
Finalmente, la doctora y medievalista Victoria Cirlot, entreteje lo que significa la realidad interior a través del símbolo “cabaña”. Son seis los autores que analiza: la cabaña de Heidegger, las ensoñaciones de Gaston Bachelard, el Templo de Henry Corbin, el Castillo interior de Michel de Certeau, las esferas de Peter Sloterdijk y la tienda mágica de Lars von Trier.
Estamos, por lo tanto, ante una sintética pero óptima sinfonía de autores y de estudios, que sacan a la luz la trayectoria y cultura lejana en el tiempo y que apuntan hacia esa realidad interior tan necesaria en nuestros días. Como siempre, el conocimiento enriquece, siempre suma y no resta. Así es la apuesta de este libro.
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