Tutu, Desmond: Mi Dios subversivo. San Pablo, Madrid, 2017. 112 páginas. Traducción de ; L. Carmen Ternero Lorenzo. Comentario realizado por Salvo Collura.
El arzobispo anglicano, con ocasión de la Cuaresma de 2015, nos presenta un texto ideal para acompañar la reflexión echando mano, por un lado, de su rica experiencia personal durante el tiempo del apartheid en Sudáfrica y, por otro, de la doctrina y tradición cristiana más clásica, a partir de una clara inspiración bíblica.
El texto se compone de dos partes. La primera, con sus seis capítulos, enseña al lector otros tantos temas de análisis que dibujan, de hecho, una catequesis fluida y lineal. Nuestro autor empieza por presentar el acercamiento a la Sagrada Escritura, de la que subraya el aspecto subversivo. Por lo tanto, ya desde el principio, pone de manifiesto un estilo hermenéutico que pretende examinar la historia y sus procesos a la luz de la Palabra de Dios para entender algo tanto del hombre como del mismo Dios. El segundo capítulo dialoga con la antropología bíblica, mientras que el tercero y el cuarto dirigen la mirada hacia la imagen de Dios. Desde estos presupuestos, se esclarece, en el quinto capítulo, la cuestión de la gracia y de su relación con la libertad y la responsabilidad de los seres humanos, representantes de Dios en la creación. Por fin, en el sexto capítulo, se recoge y encuadra lo dicho anteriormente dentro del marco de la protología y la escatología. Cabe decir que nunca el tono de la catequesis sale de lo experiencial. El arzobispo consigue plantear cuestiones centrales para la fe desde ejemplos y anécdotas revestidas de autoridad no solo desde la coherencia con lo que quieren trasmitir sino desde la propia voz del autor que es testigo de lo que trasmite.
En la segunda parte del texto, se ofrece al lector una entrevista del arzobispo que tuvo lugar en el año anterior y que, una vez más, esclarece las raíces experienciales de su relación con Dios. Nuestro autor comparte de este modo, con sencillez, recuerdos de su infancia y de los que influyeron en su proceso de crecimiento en la fe. Asimismo relee en clave espiritual las experiencias de las luchas sociales emprendidas a lo largo de su vida y pone de manifiesto el trasfondo espiritual que les daba origen.
En conclusión, se puede afirmar que con este libro el arzobispo anima al lector a crecer en la fe a través de su propia biografía, que aquí se compone en nuevo relato, logra hondura espiritual y empuja hacia una revisión de vida a los que nos acercamos, con respeto, a los grandes testigos de las luchas del siglo XX para aprender y seguir sus huellas según los desafíos actuales.
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