martes, 29 de enero de 2019

José Luis Vázquez Borau: La espiritualidad del desierto con Carlos de Foucauld. Por Fernando Gálligo

Vázquez Borau, José Luis: La espiritualidad del desierto con Carlos de Foucauld. San Pablo, Madrid, 2018. 175 páginas. Comentario realizado por Fernando Gálligo.

Arranca este nuevo libro de José Luis Vázquez Borau (Barcelona, 1946) con un texto “sobre el silencio” realmente impactante, sobrecogedor, escrito por José Fernández Moratiel, en el que se contraponen silencio y ego: “El silencio es dejar que todo, sobre todo nuestro ego, se detenga; […]; el ego es inhóspito; el silencio es hospitalario, acogedor y receptivo”. Sin duda un libro oportuno y sugerente en un tiempo en el que muchos buscamos escapar del ruido, los sobresaltos y la agitación. Para ello pocos pueden ayudarnos como Charles de Foucauld, un hombre increíble con una vida apasionante. La edición es de San Pablo, y está muy cuidada —si bien nos sorprende ver, por ejemplo, que se repite palabra a palabra la reflexión sobre ~Conocer el amor de la página 33 y la de ~Vivir en el amor de las páginas 80-81—. En cualquier caso, es un libro que da gusto sostener entre las manos por su suavidad y textura, que nos indican el cariño con el que ha sido elaborado y la profundidad de la espiritualidad que el autor nos presenta. 

La introducción nos permite acceder a unas interesantes reflexiones de René Voillaume sobre Charles de Foucauld, gracias a las cuales aprendemos que las fraternidades del desierto parecen responder a una doble necesidad: 1) la de una iniciación progresiva a la oración contemplativa; 2) y la de una vida de adoración y de intercesión. Porque este famoso converso lo que quiso en definitiva es imitar al máximo la vida de Jesús de Nazaret: una vida en solidaridad con la gente pobre y corriente, como uno más. La invitación de José Luis —el autor— es a que nuestra oración arranque desde esta situación sencilla y cotidiana, para que sea una oración concreta como la vida misma. 

Este precioso libro que comentamos se estructura en 2 partes: a) la primera (“La importancia del desierto”) está dividida en los 7 días de la semana, con sus oraciones de la mañana, tarde y noche; b) la segunda (“Ir al desierto con Carlos de Foucauld”) en 7 jornadas, con sus oraciones correspondientes. José Luis Borau nos explica en la página 13 las razones para esta organización del texto: «Dos partes, que se complementan y pueden ayudar a la oración en una semana de desierto con el hermano Carlos. En la primera parte... se ofrecen una serie de textos meditativos junto con salmos adaptados y textos de la Biblia para cada día de la semana de retiro. Y en la segunda parte... siguiendo el mismo esquema, se ofrecen textos de hermanos de la familia espiritual y citas del propio Foucauld. En el desierto florecen grandes cosas».

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