miércoles, 2 de enero de 2019

Erri De Luca: La natura expuesta. Por Javier Sánchez Villegas

De Luca, Erri: La natura expuesta. Seix Barral, Barcelona, 2018. 189 páginas. Traducción de Carlos Gumpert. Comentario realizado por Javier Sánchez Villegas.

Cuando Dolores recomienda un libro, no falla. Es una lectora voraz que sabe elegir con criterio. Y yo, un incondicional que lee todo lo que dice que es bueno. Así ha ocurrido con esta obra de Erri De Luca, autor italiano del cual yo no había leído nada (como de tantos otros que seguro pueblan el universo de la literatura).

Sabiendo únicamente de De Luca que es uno de los autores italianos más conocidos y aclamados en la actualidad, me adentré en la lectura de este libro y salí de ella entusiasmado, tanto por el contenido de la novela como por la forma de narrar la historia.

Según dice el propio autor al comienzo, esta novela está inspirada en una historia que le contó un amigo suyo escultor, Lois Anvidalfarei, hace algún tiempo. Solo que el resultado será difícilmente reconocible por el escultor, sin lugar a dudas.

Escrito en primera persona, lo cual le da la posibilidad al autor de adentrarse en el mundo de los sentimientos y de las ideas más íntimas del protagonista, el relato se sitúa en una pequeña aldea al pie de la montaña. Allí un hombre, gran conocedor de las rutas que permiten cruzar la frontera, añade la actividad de pasador de clandestinos a su oficio de escultor. Cuando es descubierto, se marcha del pueblo a la ciudad, donde encuentra trabajo como restaurador de una imagen sagrada: un crucifijo de mármol que deberá devolver a su estado original. Para poder realizarlo, el escultor se adentra en el mundo simbólico del cristianismo, del islam y del judaísmo. De hecho, son reseñables los diálogos que mantiene con un sacerdote católico, con un obrero musulmán y con un rabino judío. Quiere entender en profundidad quién es el que está colgado en la cruz y por qué aparecen determinados símbolos por doquier: escamas, la palabra aleph. etc. Mientras tanto, también van apareciendo otros temas como la inmigración, la integración social... para concluir que es imperativo hoy más que nunca la necesidad universal de solidaridad y compasión.

¿Resultado? Una joyita. Una obra extraordinaria que me ha obligado a pensar en muchos temas en profundidad. Una obra que va de lo divino a lo humano, y de lo humano a lo divino. De hecho, quiero compartir con vosotros algunas frases que me han llamado la atención (pues el libro es subrayable):
"- ¿Es usted creyente?- No en la divinidad, creo en algunos representantes de la especie humana.- ¿Qué entiende por sagrado?- Aquello por lo que una persona está dispuesta a morir.- ¿Al hombre de la estatua lo considera sagrado?- La razón por la que acepta el sacrificio sin retractarse, esa razón es sagrada". (pág. 59)

"Creo en la verdad de esta historia porque no podría ser inventada. Creo en su verdad que en su ápice es inverosímil y no se rebaja a concesiones con lo aceptable. He leído a los grandes escritores y nadie alcanza la temperatura de la revelación. Para albergarla no basta sólo un lector, se necesita una catapulta de amor que salga al encuentro. en ese instante experimentamos también el mayor de los miedos". (pág. 94)

"Quien muere no se siente morir a sí mismo, siente morir el mundo, las personas a su alrededor, los días, las noches, los planetas, los mares. Quien muere siente extinguirse el universo fuera de uno mismo. Es la misericordia en dote a toda muerte, que disuelve la desesperación en la inmensidad de todas las extinciones". (pág. 174)

Sobre la inmigración (en diálogo con el obrero argelino musulmán):
"- Aprendí entre vosotros a no ser nadie. Mantengo la mirada baja y eso me hace desaparecer, la levanto y aparezco de nuevo. Estoy callado y se me acoge, hablo para pedir información y se me rechaza. Preferís a nadie. De acuerdo, finjamos que no existimos el uno para el otro. Tú no, tú te sientas, cuentas cosas, preguntas. Tú eres alguien y me conviertes en alguien a mí también". (págs. 148-149)
En fin, libro más que recomendable. ¡Gracias, Dolores! Cuando lo terminas, algo ha cambiado por dentro. Ya me dirás. Que lo disfrutes. Hasta la próxima.

2 comentarios:

  1. Quizás puedas explicarme porqué hay un francotirador que quiere matar al escultor ( o porqué la mujer contrató a un francotirador para matarlo) Todo bien en el libro, es bastante interesante y muestra a los musulmanes de una manera que no conocemos, pero el final me dejó desconcertada. En resumen, no me gustó.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenos días, Susana. Realmente planteas un tema que, a mi parecer, no queda claro en la novela. ¿Por qué lo quieren matar? ¿Por qué la mujer lo desea también, cuando parece que siente amor hacia el escultor? ¿Por qué este la deja vivir a pesar de todo? Efectivamente, este puede ser un punto negro en esta maravillosa novela.
      Un saludo,
      Javier

      Eliminar