miércoles, 30 de diciembre de 2020

Adolfo Mª. Chércoles: Las Bienaventuranzas, corazón del Evangelio. Por Ramón Gómez Ruiz

Chércoles, Adolfo Mª.: Las Bienaventuranzas, corazón del Evangelio. Mensajero, Bilbao, 2014. 453 páginas. Comentario realizado por Ramón Gómez Ruiz.

Cuando hablamos de las bienaventuranzas nos situamos ante uno de los textos evangélicos más leídos, comentados, predicados, idealizados… Pero, ¿realmente hemos calado en la profundidad de estas ocho sentencias (versión del evangelio de Mateo) que Jesús pronunció en el célebre sermón de la montaña? 

A esta pregunta tratará de responder el polifacético sacerdote jesuita Adolfo María Chércoles a través de las 453 páginas de esta obra que nace como la puesta por escrito de las conferencias y charlas que ha ido desgranando a lo largo de sus años de servicio pastoral en la predicación de los ejercicios espirituales. 

Leemos en la introducción que “las bienaventuranzas expresan sencillamente la experiencia de Jesús” (Pág. 13). La aproximación a cada una de ellas, una por capítulo del texto, se da en un sencillo esquema bimembre. En la primera parte nos adentramos en cómo vivió Jesús cada una de las bienaventuranzas y qué dijo sobre ellas; mientras que en la segunda parte se realiza una aproximación a cómo vivió la primera comunidad cristiana dicha bienaventuranza y qué dijo sobre ella. Otro de los elementos internos de cada capítulo y fundamentales para su comprensión y desarrollo es la doble pregunta: ¿qué nos parece? ¿Queremos? Termina cada capítulo con una sencilla reflexión o conclusión de todos los flecos abiertos a lo largo de cada capítulo.

Al final del texto nos encontramos una sencilla guía del conocido examen ignaciano de conciencia que, a través de la óptica de las bienaventuranzas, nos permite ahondar en la reflexión que brota de la lectura del texto y sobre nuestra propia vida de fe. Así mismo encontramos la relación interna del canto a los dichosos del Evangelio en su relación con el resto del Nuevo Testamento, y un sencillo esquema, muy visual, de lo abordado en cada capítulo. Dignas de elogio son las poesías hechas oración o la oración hecha poesía de Anunciación Jiménez, religiosa de la Asunción, y de Marijolín, que acompaña sus textos con la fotografía de una figurita de arcilla, que plasman visual y literariamente el fondo de cada una de estas alabanzas de Jesús a aquellos que viven según el plan de Dios. 

Estamos ante una obra sencilla y ágil de leer pero con una profundidad y un calado fuerte que permite adentrarnos en el corazón del mismo Jesús y sus primeros seguidores partiendo de su enseñanza y de nuestra vida diaria y habitual, donde, como deja entrever el autor, tenemos que descubrir el gozo de vivir y el gozo de creer.


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