VV.AA.: "Sueño con una Iglesia joven y para los jóvenes". Por José Fernando Juan Santos

VV.AA.: “Sueño con una Iglesia joven y para los jóvenes.” ¿Crisis en la transmisión de la fe? PPC, Madrid, 2019. 107 páginas. Comentario realizado por José Fernando Juan Santos.

Los cuatro autores responsables de esta publicación (González-Anleo, Teresa Comba, Vicente Esplugues y Jesús Rojano) se encontraron en las III Conversaciones PPC. Y este pequeño libro recoge la crónica y sus intervenciones. Todos ellos cualificados teórica y prácticamente, en el que muchos agentes de primera línea encontrarán eco fácilmente de sus interrogantes e intuiciones. 

El panorama pastoral ya lo conocemos. La distancia que plantea la pregunta del subtítulo es una ruptura elocuente. Por un lado, la posmodernidad ha alumbrado un nuevo joven que resulta desconocido para la Iglesia, al que se tacha de indiferente religioso, cuando no es del todo cierto. Lo que hay es una evidente crisis social, en la que el contexto ya no favorece, y todo queda en manos de relaciones más o menos personales, capaces de hacer oír las preguntas más propias y tiempo para buscar respuestas. De ahí que los cuatro ponentes pongan mucho énfasis y se recalque la aproximación más personal: el acompañamiento. Pero dentro de un itinerario, que comparta también el grupo, la convivencia, la eclesialidad de los suyos. 

El reto que se vislumbra es cómo pasar de esto a algo más adulto, cuál es el horizonte en el que viven los chavales. Entre los participantes, unos son más críticos y duros con la juventud, otros parecen tender más puentes. Entre ambas visiones nos situamos. ¿Cuál hace posible el acercamiento, que del lado del joven es casi seguro que no se dará? ¿Qué ocasiones quedan, si no son compartir su propio mundo, haciéndose prójimo? Muy valiosa, como siempre, la radiografía sociológica de González-Anleo. De la que convendría sacar resultados y proyectos. Un análisis de la realidad que, en ocasiones, genera más desesperación que esperanza. A dos voces, María Teresa y Vicente nos cuentan en qué creen los jóvenes, que nunca han dejado de creer. Sus respuestas van de la mano: una iglesia diferente, capaz de acercarse a ellos, sumergirse con alegría en sus vidas. Por último, Jesús expone una pastoral “en salida”, citando aquellas “Jornadas de Pastoral Juvenil” que cambiaron la preposición: no una pastoral para jóvenes, sino con jóvenes. Ahí seguimos. Con su sabiduría, este salesiano invita a no dejar el sínodo en palabras vacías y a compartir turno de palabra con los jóvenes. ¿En qué quedará todo? Yo invitaría a leerlo en grupos, en comunidades vivas, a familias preocupadas. ¿Reavivaremos las ascuas que nos quedan?