viernes, 22 de agosto de 2025

Rosa Mª Belda: Gestión con corazón. Por Rosario Paniagua

Belda, Rosa Mª: Gestión con corazón. El corazón de la gestión. Sal Terrae, Santander, 2011. 174 páginas. Comentario realizado por Rosario Paniagua.

Una organización puede definirse como un conjunto de procesos en los que intervienen personas y se diferencia del entorno de manera formal. Pero las organizaciones son sistemas vivos, redes de personas y relaciones en donde se comparte visión y misión con la finalidad de prestar un servicio a la sociedad y mejorar la calidad de vida. 

Llevar el timón, coordinar, gestionar, dirigir... es también una tarea humanizadora y que humaniza a quienes la desarrollan. Es importante revisar el modo de hacer para no caer en la rutina y perder paulatinamente de vista el verdadero fin de la gestión, por lo que la autora hace una llamada a la supervisión y revisión de la tarea gestora. 

La autora del libro parte de una experiencia de dirección y entra en el corazón de la gestión. Propone un itinerario de reflexión para líderes y aprendices y hace una invitación a recuperar los sueños y las ilusiones antes de ahogarse en el cansancio y la desmotivación. 

Rosa Mª Belda es médico y master en Bioética por la Universidad Pontificia Comillas, además de master en Counselling por la Universidad Ramón Llull. Ha trabajado en los programas de Mujer, Mayores, Droga y Sida de Cáritas. Pertenece al grupo «Mujeres y Teología» de Ciudad Real. Escribe en la Revista Humanizar, de los Religiosos Camilos, y en Sororidad. Ha publicado con José Carlos Bermejo Bioética y Acción Social, y ella sola Mujeres. Gritos de sed, semillas de esperanza. Es profesora en el Centro de Humanización de la Salud de los Camilos.

Uno de los grandes retos del siglo XXI es humanizar la gestión de las organizaciones, una responsabilidad que depende, en buena medida, de los directivos. Cuanto más se preocupan los directivos por las personas de los equipos de trabajo, tanto mayor es el compromiso que estos asumen con la organización. Este libro quiere ser una contribución a la búsqueda del corazón de la gestión, lo que contribuye a que el mundo sea más humano a través del modo de trabajar en las organizaciones. 

Para que se gestione con corazón ha de haber una transformación interior de los gestores a través del autoconocimiento, y esto es posible empleando herramientas de uso actual, aunque el cambio se produce lentamente cuando los hábitos de trabajo están muy arraigados. 

Hay jefes «tóxicos» que ejercen su liderazgo de forma egocéntrica, muy ocupados en su propia autocomplacencia, y desde ahí conciben la organización como algo propio que sirve a sus intereses; esto supone descontento para el líder y para las personas que lidera. Particular relevancia tienen una gestión organizada del tiempo y una dirección equilibrada y serena, lo cual no resta eficacia ni minimiza la importancia de la toma de decisiones. 

Hace una llamada a una toma de decisiones sostenible y beneficiosa para uno mismo, para la organización y para los destinatarios de los servicios. En definitiva, se trata de ayudar a que todos los componentes de la organización saquen lo mejor de sí mismos y lo pongan al servicio de la causa común. La experiencia de la autora le da crédito y autoridad para escribir este libro. El modelo que plantea es muy válido para no «perder el norte» y no se desdibujen los objetivos fundacionales de las entidades, que por el desgaste del tiempo y la falta de reflexión y evaluación van a la deriva, lejos de los objetivos para los que fueron creadas. 

Hay que apostar por una gestión llena de valores: humildad, nobleza, generosidad, impregnada de la dimensión ética en el proceder de las personas. Trata de ser un libro que facilita el que los directivos se confronten acerca de lo que hacen y de cómo deberían hacerlo. 

La autora pretende con esta obra entrar en la trama de la organización de manera reflexiva y creativa, buscando los «porqués» y dando algunas orientaciones para los «cómos». En el curso de las tareas organizativas es muy conveniente detenerse para reflexionar y analizar, y probablemente surjan cuestiones a modificar, lo cual mejoraría el curso de la acción y otorgaría mayor bienestar a los profesionales de la organización. 

Es muy aconsejable, a decir de la autora, articular sistemas propios de calidad que respondan a las necesidades reales de organizaciones concretas, contando con sus singularidades fundacionales y sus objetivos. Habla del concepto de «excelencia» y señala que viviendo el libro se está generando excelencia profesional y asentando un sistema de calidad propio. 

En suma, el libro quiere ser una apuesta coherente, donde lo prioritario es la persona y su bien integral, que no puede estar al margen de la llamada profesionalidad. Se busca, según la autora, trabajar teniendo en cuenta la inteligencia emocional en los equipos, en los directores, y que desde ahí las organizaciones contribuyan a la creación de un mundo más justo y más humano y a que sus modos de actuación sean más humanizadores. Se trata de armonizar la eficacia y el servicio a las personas, tener el corazón en las manos, como proclamaba Camilo de Lelis, que es algo que no tiene por qué ser ajeno al mundo de la gestión y la organización. 

Se hace una llamada a que las organizaciones, a través de su gente y sus estructuras, transpiren valores solidarios y fraternos, desde sus fundamentos hasta las acciones, todo ello impregnado de gestos de humanidad. Que las personas sean siempre la clave del discernimiento a la hora de tomar decisiones en la gestión de las organizaciones. El liderar, el gestionar, debe hacernos «mejores personas» y liberarnos del egoísmo y la vanidad.

Gestionar desde unos criterios que humanicen, con la ilusión de hacerlo lo mejor posible y que sirva a otros, ¿por qué no?, creyendo en la utopía. La utopía en las organizaciones tiene que ver con el hecho de formar parte de un equipo humano convocado a construir un mundo mejor. Tiene que ver también con el deseo legítimo de dejar huella para que un estilo, unos ideales y un modo de hacer permanezcan. Finalmente, tiene que ver también con el empeño de ser felices ejerciendo la profesión, trabajando por los demás. Libro muy recomendable, pues aporta un «aire fresco» a la ardua tarea de la gestión y una clara llamada a renovar ilusiones, lo que beneficiará a todos, de dentro y de fuera de la organización, lejos del tedio, la rutina y la repetición de actos sin reflexión para mejorar. 


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