Grün, Anselm: Estoy cansado. Redescubrir el placer de vivir. Sal Terrae, Santander, 2012. 142 páginas. Comentario realizado por Marta Sánchez.
Anselm Grün reflexiona sobre el cansancio de Jesús (Mc 9,19). Jesús no se rinde al cansancio. En cinco breves capítulos, Grün explica cómo aprender con Jesús a superar este sentimiento que afecta a todos y transformar esta experiencia en una nueva senda para descubrir el placer de vivir. La finalidad de esta obra es, según el propio autor, «que vosotros... os sintáis impulsados, a través de las ideas de este libro, a reflexionar sobre vosotros mismos... que descubráis nuevo placer en la vida».
Los capítulos versan sobre las experiencias del cansancio, las causas del cansancio, el trato con el cansancio, pensamientos finales y oraciones en el cansancio. En el primero, describe esa sensación, que se escucha tanto en el trabajo como en la relación de pareja, en la Iglesia, en el ámbito político y hasta entre los compañeros. El cansancio es la experiencia de estar «quemado», hastiado o desmotivado. En el segundo capítulo diferencia las diferentes causas que condicionan esta experiencia bien sean medicinales, bien sean psíquicas. Estas últimas pueden ser la pauta de vida, las falsas imágenes de mí mismo, falsas preocupaciones, resignación, vivir contra el propio ritmo... En el tercer capítulo describe el cansancio de Jesús. Jesús se cansa y ora. Él percibe su cansancio y reacciona activamente, buscando nuevas palabras para describir a otros el misterio de Dios. También en la Biblia nos encontramos con otros pasajes donde se describe esta experiencia en Elías, Pedro... El cansancio no es solo un sentimiento; es un indicador espiritual que permite al hombre profundizar en su vida y buscar al Dios incomprensible, al Dios del amor. Es necesario caminar hacia una «espiritualidad transformadora», penetrar hasta el fondo de nuestra alma, donde somos uno con nosotros mismos, con el cosmos y con Dios. Finalmente, en los dos últimos capítulos, Grün da pautas para superar la desilusión y recoge un elenco de oraciones para recitar en estas situaciones, que son fuente de renovación interior.
En conclusión, un libro sorprendente para leer o meditar. Es muy recomendable para todos aquellos a quienes, en momentos de desesperanza, les cueste confiar en Dios. Yahvé prometió a Jeremías reanimar las almas cansadas, «pues yo apagaré la sed del alma desfallecida y a toda alma languideciente henchiré» (Jr 31,25). Y nosotros sentimos cómo la fuerza del Espíritu Santo irradia en nuestros corazones, enderezando el agobio y el desánimo. Nos ayuda a configurar el mundo con nuevas ideas para que resplandezca la forma en que Dios ha soñado el mundo.
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