jueves, 2 de enero de 2020

José Manuel Andueza Soteras: Jesús y los esenios. Por Javier Sánchez Villegas

Andueza Soteras, José Manuel: Jesús y los esenios. Una excusa para pensar desde Jesús. PPC, Madrid, 2019. 239 páginas. Comentario realizado por Javier Sánchez Villegas.

José Manuel Andueza (licenciado en Teología, en Psicopedagogía, en Educación y TIC) es muy claro en sus intenciones desde el principio: el libro trata de responder a una inquietud que le asalta desde que es adolescente. A saber: ¿por qué se habla en los evangelios de muchos grupos que existían en tiempos de Jesús, pero no de los esenios? Esta pregunta le lleva al autor a analizar el tema. Para ello, divide el libro en tres partes: ¿Quiénes eran los esenios? ¿Cuál fue la posible relación entre Jesús y el grupo de los esenios? ¿Qué conclusiones podemos extraer de lo que hemos analizado?

1.- ¿Quiénes eran los esenios? El tema principal es la posible relación del grupo con Jesús y las implicaciones que puede tener eso para el conocimiento del Nazareno y para nuestro seguimiento del camino cristiano. Para ello se divide esta parte en dos capítulos. El primero se centra en Qumrán, su descubrimiento, algunos de los documentos y la vida que llevaban quienes allí moraban. El segundo intenta buscar huellas de los esenios más allá de Qumrán, pues estos serán quienes más interesen para el tema.

2.- ¿Cuál fe la posible relación entre Jesús y el grupo de los esenios? Este es un momento de ver relaciones, elementos comunes y diferencias. Surgirán disonancias o puntos de controversia, elementos que parecen características claras y que luego resulta que no lo son tanto, e incluso diferencias que no se pueden asumir como tales de manera evidente. En fin, se tratará de buscar posibles relaciones en el Nuevo Testamento desde la figura de Jesús, de Juan Bautista, de los caminos recorridos por el Nazareno, de la última semana en Jerusalén y de los inicios de las primeras comunidades.

3.- ¿Qué conclusiones podemos extraer de lo que hemos analizado? El objetivo de esta tercera parte no es otro que iluminar algo todo lo expuesto anteriormente. Se trata de ver qué puede haber de verdad y qué no. Es también el momento de descubrir qué puede aportar todo lo que se ha visto en esta búsqueda de Cristo, de Dios, y en nuestro devenir como cristianos.

El libro termina con un epílogo. En él el autor expresa el sentido último del libro: se trata de pensar desde Jesús (como dice el subtítulo). ¿Una excusa? No estoy de acuerdo. A fin de cuentas sabemos que, en el fondo, se trata de conocerle más para poder seguirle mejor. No deja de ser llamativo que, quienes vivieron con él, lo reconocieron como un hombre especial, un hombre que venía de Dios, un hombre al que se atrevieron a llamar el Cristo, el Mesías, el Hijo de Dios. Para ellos, sin duda, Dios se había hecho presente en aquel hombre. ¿Y para ti? Este libro no te dejará indiferente.

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