Rodao, Florentino: La soledad del país vulnerable. Japón
desde 1945. Editorial Crítica, Barcelona, 2019. 2.ª ed. 595 páginas. Comentario realizado por José María Escribano Angulo (Universidad Complutense de Madrid).
El libro que nos ocupa contiene la historia más reciente
de Japón, desde el cataclismo de la derrota del 45 hasta
la abdicación del emperador Akihito del Trono del
Crisantemo. Las mentes curiosas saben de la profundidad
que encierran los símbolos, de la elegancia de los tropos metonímicos. De esto entiende mucho el catedrático Florentino
Rodao, de estas sutilezas y de Asia entera.
El libro, durante sus casi 600 páginas, nos informa primero
de los modernos entresijos político-económicos que acabaron
conformando este “país vulnerable”, para ocuparse también
luego de aspectos de carácter más sociocultural. “Vulnerable” aquí se puede entender bajo diversas perspectivas: la del pasado, la de la
gran sacudida atómica y de la derrota total que nos deja entrever a un animal
grande, una bestia, con una herida indeleble en su piel curtida (y la necesidad de
cargar con muchos fantasmas); la futura, que incluso bajo el paraguas de EE.UU.
ya no parece tan halagüeña. Vulnerable no quiere decir que se deje herir, sino que
puede ser herido.
Aunque no queramos caer en tópicos, sobre todo con el manido tema de la “tradición moderna”, es ciertamente sugestivo para el amante de la Historia abrir un
libro y encontrarse desde la introducción misma con las extrañas contradicciones
que convierten a un ente dado en una rara avis. Para muestra, un botón: cómo
puede un país, que a finales de los 80 parecía que iba a comprar EE.UU., pasar de
una deuda pública sobre el PIB del 65 % a la actual del 236 %. Bien, en el título de
este libro podemos hallar una de las respuestas, pero este tema es solo una de las
muchas contradicciones que nos van a ir llamando la atención, y no solo desde
una mirada macroeconómica, histórica y política, sino a través de los aspectos
que conforman la vida cotidiana del país del sol naciente: cómo es la educación
y la familia, el sentimiento nacional, la organización del trabajo, la tecnología, la
sexualidad y las parejas interraciales (los hafu, sus ventajas y sus dificultades), la
religión, la soledad (el fenómeno hikikomori), el suicido, etc., amén de los múltiples fenómenos culturales que han ido produciendo toda una llamativa cultura
urbana que causa interés y extrañeza en todo el mundo, cuya manifestación más
poderosa quizá sea el manga.
Por lo tanto, en cuanto a la estructura del libro y también al acertado uso de
subapartados en cada capítulo, el lector se encontrará con un buen equilibrio que
le permitirá asimismo un buen ritmo de lectura. Los cinco primeros capítulos enmarcan la historia del Japón de postguerra y contemporáneo: el capítulo I (“Una
derrota y una ocupación”) versa sobre la época de la ocupación aliada hasta 1952; el largo capítulo II (“Prosperidad en medio de la tensión”), que se divide a su
vez en cuatro etapas, abarca hasta 1989, en el que se expone el fulgurante auge
económico que lleva a Japón a convertirse en la segunda potencia económica
mundial; el capítulo III (“Las crisis simultáneas del cambio de siglo”) empieza
con la muerte del emperador Hirohito, que da comienzo a la era Heisei bajo el
reinado de su hijo, el emperador Akihito, y termina en el año 2011 con el desastre
de Fukushima. En estos tres capítulos, junto al V (“Estabilidad y largo plazo”),
que abarca hasta 2019, el autor despliega todo su quehacer y rigor académico.
Son capítulos densos, repletos de datos, pero ineludibles para el lector que quiera
estar bien informado.
El autor también va a desarrollar cierta visión crítica, por ejemplo, en el capítulo IV (“Fukushima y la cultura del desastre”), que supone una pausa en el hilo del
discurso. Este capítulo trata del triple desastre del año 2011 y en él se expondrá
el cúmulo de negligencias que acabaron produciendo el segundo mayor desastre
nuclear de la historia. A partir del capítulo VI, la lectura se hace más amable,
dinámica, entramos en aspectos socioculturales y con valiosas referencias bibliográficas: quizá resulte de especial interés el
capítulo XII (“Religiones, rituales y trascendencias”). En el resto de los capítulos,
se considera la cultura (VI y VII: “Cultura japonesa para el mundo” y “Cultura
de la vida cotidiana”) y los aspectos sociopolíticos (del VIII al XI: “Vida cotidiana
y sociedad”, “Estado y sociedad en Japón”, “Nación e identidad en Japón” y “El
peso de la memoria histórica”).
Consideramos que el libro del profesor Florentino Rodao constituye una gran
aportación a la historia de Japón escrita en español que, a pesar de grandes excepciones, resulta todavía escasa en número y calidad, pero que poco a poco se va
asentando en la más general disciplina de los estudios asiáticos. Por descontado,
el autor es uno de los grandes especialistas que tenemos en este ámbito, los estudios sobre la región Asia-Pacífico, por haber ejercido la docencia en aquellos lares
durante mucho tiempo y por haber promovido aquí en España su integración en
los planes curriculares universitarios.
Nos consta que el autor tiene pendiente una cita con la Historiografía, ya que ha
prometido una monumental historia de los españoles en Filipinas, así que estaremos atentos a futuras novedades bibliográficas. Un hecho histórico poco conocido, una curiosidad idiosincrática, el sentimiento de un pueblo lejano se abren ante
nosotros para enriquecer nuestra existencia. Animamos, pues, a todos los lectores
a conocer y a vivir culturas lejanas. La japonesa, sin duda, resulta fascinante.
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