lunes, 27 de diciembre de 2021

Francesc Vicent Nogales Sancho (coord.): Escuela y familia: Misión imposible. Por José Fernando Juan Santos

Nogales Sancho, Francesc Vicent (Coord.): Escuela y familia: Misión imposible. 27 maneras de implicar a las familias educativamente. Khaf, Madrid, 2020. 419 páginas. Comentario realizado por José Fernando Juan Santos.

Sin muchos preámbulos y yendo a lo concreto, según su estilo, este texto coral aglutina 27 prácticas educativas que involucran a las familias en la vida escolar de sus hijos. Un breve prólogo y una introducción excesivamente acortada -pues se da por necesario y urgente-, enmarcan la serie de acciones llevadas a cabo en diversos centros de España. Divididos por etapas, se organizan 10 de Infantil, otros tantos de Primaria y 7 de Secundaria. Esta colección de Ediciones Khaf ya nos tiene acostumbrados a su dinámica recopilatoria y a su interés por mostrar que es posible lo que se dice muchas veces imposible. Quizá estas acciones valientes, que van abriendo camino, inspiren otras tantas y contagien su preocupación e interés por abordar temas siempre pendientes en el sistema educativo.

El lector encontrará descripciones directas de estos proyectos partiendo de una justificación en cada uno, cuyos puntos más importantes se van reiterando una y otra vez. Escuela y familia deben conocerse mutuamente, superar sus prejuicios y distancias, enriquecerse y caminar en la misma dirección, tejer conjuntamente y encarnar el proyecto educativo, estar siempre en continuo aprendizaje y saber responder al momento histórico concreto. Siempre buscando el desarrollo armónico del alumno, para evitar rasgones innecesarios en su crecimiento. Un ideal que, más que realizarse plenamente en estas propuestas aisladas, quiere servir a la escuela que lo asuma como reto para lanzarse a ello a lo largo de todo el itinerario educativo.

La diversidad de propuestas hace fácil encontrar aquellas que más encajen con el momento concreto del colegio o instituto. Algunas son puntuales, otras más ambiciosas. En todas ellas el denominador común es el encaje de ambas dinámicas para que no corran en paralelo y converjan en algún momento con sentido pedagógico.

Aunque cada una de las experiencias se cuenta bajo un esquema libre y comparte generosamente los materiales creados al efecto, se echa en falta una evaluación sincera del responsable, un horizonte de continuidad más allá del momento concreto. Ocurre en educación y en tantos otros ámbitos, en no pocas ocasiones, que se venden más productos de los que se pueden comprar y todos se colocan en los estantes al mismo nivel, para que cada cual escoja libremente.

Destinado a claustros valientes, no solo a profesores francotiradores, resuelve por la vía práctica una demanda social clamorosa. Las familias no solo queremos saber qué hacen nuestros hijos en la escuela, queremos ser protagonistas en su educación, acompañando y dejándonos acompañar por los profesionales en quienes delegamos tanto tiempo de sus vidas.


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