miércoles, 7 de febrero de 2024

Anselm Grün: Despreocúpate. Por Marta Sánchez

Grün, Anselm: Despreocúpate. Sencillamente, vive. Sal Terrae, Santander, 2008. 136 páginas. Comentario realizado por Marta Sánchez.

Anselm Grün escribe este libro sobre el alma del hombre. Esta obra es una combinación de espiritualidad cristiana y psicología del ser humano actual, orientada con un talante ecuménico. La finalidad es descubrir el camino de la felicidad, la «sintonía» con uno mismo, con la creación y con Dios. Se trata de aprender a vivir sencillamente. Es aprender a vivir el valor de la santidad. Como decía San Benito, es la sabia medida de rehuir de los extremos de agitación y la pusilanimidad. Es saber vivir sin miedos ni temores. Confiar en la Providencia. 

El libro se compone de pequeños opúsculos literarios agrupados en tres procesos por los que todo hombre debe pasar para llegar al verdadero arte de vivir, sentir y pensar el momento presente. A. Grün invita al lector a despreocuparse. Nuestro autor, formado en la sabiduría benedictina, nos invita a meditar sobre el descanso del séptimo día de la Creación. Al igual que Dios descansó, el hombre tiene que aprender a descansar su corazón. La originalidad de este libro es no dar recetas claras y concisas sobre cómo se consigue ese estado de confianza en Dios, de armonía con uno mismo y con la Creación; tan sólo ofrece sugerencias, dejando un espacio de libertad interior al lector para profundizar en estas pequeñas meditaciones. 

Basándose en citas literarias y filosóficas, A. Grün invita a todo posible lector, creyente o no, a adentrarse en el camino de la paz, el sosiego y la felicidad. Para ello es necesario mirar la inquietud interior del hogar psíquico, íntimo e individual a cada ser humano, y abrazarla. Es liberarse de los fallos, del sacrificio erróneo del sobreesfuerzo. Y para ello nos sugiere tender como un pájaro la mano al milagro. Es ser paciente con uno mismo y aprender a crear la armonía interior. Es contemplarnos en nuestras fragilidades y dar gracias a Dios. Es recitar el versículo del Salmo 40,18: «Yo soy pobre y desgraciado, pero el Señor se ha ocupado de mí». 

Y todo ello para llegar a descubrir que el fondo del alma del hombre está lleno del amor de Dios. Basándose en su experiencia religiosa, A. Grün recoge la oración de Jesús como sinopsis de todo el libro: «Que todos sean uno: como tú, Padre, estás en mí y yo estoy en ti, que también ellos estén con nosotros» (Jn 17,21). 


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