José Antonio Pagola: Creer, ¿para qué? Por Mª Ángeles Gómez-Limón

Pagola, José Antonio: Creer, ¿para qué? Conversaciones con alejados. PPC, Madrid, 2008. 222 páginas. Comentario realizado por Mª Ángeles Gómez-Limón.

«Escribo estas páginas pensando sobre todo en quienes a lo largo de estos años os habéis ido alejando de la fe que vivisteis de niños. He escuchado muchas veces vuestras preguntas e interrogantes. [...] Entiendo vuestras dudas y prejuicios: ya no sabéis si Dios os interesa para algo. Conversando con vosotros y “escuchando” vuestro corazón, he llegado a una convicción: Dios puede ser una “sorpresa” para muchos de vosotros. Conoceríais una alegría nueva si aprendierais a vivir con él de otra forma. Vuestra vida se transformaría si acertarais a vivir a gusto con ese Dios amigo que se nos revela en Jesús» (p. 5). 

En este párrafo de la Presentación, José Antonio Pagola –a quien en modo alguno necesitamos presentar– declara la quintaesencia de la obra que reseñamos y que tan acertadamente se explicita en el mismo título. Creer, ¿para qué? es la pregunta que hace y que se hace el autor, teniendo como interlocutores a personas que han ido desvinculándose de la fe, «alejados». Este objetivo, de profundo sentido pastoral y apologético en el mejor sentido, guía el conjunto de epígrafes en los que se articula el volumen.

El libro consta de una Presentación, donde, como hemos podido comprobar, Pagola, dirigiéndose a sus destinatarios en estilo directo y «conversacional», se hace eco en primera persona de las circunstancias y procesos por los cuales, más o menos conscientemente, se ha ido prescindiendo de la fe. Seguidamente, a lo largo de siete «capítulos» sui generis presenta lo que podríamos llamar el «contenido específico» de la obra: Creer, ¿para qué?; ¿Es posible reaccionar?; ¿Cómo buscar a Dios?; ¿Cómo dar pasos hacia Dios?; ¿Se puede aprender a rezar?; Jesús: el mejor camino; Vivir a Dios de manera nueva. Cada uno de estos apartados se organiza a su vez en un número variable de epígrafes a través de los cuales procura «dar respuesta» a los planteamientos sugeridos en cada título. Hasta aquí, nos parece, sería una primera parte no explicitada propiamente como tal. A continuación, se presenta una serie de Anexos que constituyen mucho más que documentación «adjunta». En esta adición final, que supone más de una cuarta parte de la obra, encontramos, para nuestra grata sorpresa, una auténtica propuesta pastoral en la que se propone configurar Grupos de buscadores, donde describe quiénes son esos «buscadores», indica la importancia de la búsqueda en grupo, explica los rasgos propios de este tipo de grupos y sugiere procesos para su puesta en marcha. Tras esta breve exposición, ofrece –en Las reuniones– un posible diseño de los encuentros, indicando cómo el presente libro puede constituirse en referencia para un camino personal y grupal, proponiendo también quince esquemas de reuniones (Primeros pasos) en torno a grandes temas que han venido apareciendo en la obra (¿Por qué estoy aquí?; ¿Qué es creer?; ¿Qué siento ante Dios?; ¿Por qué ahora Dios?; Miedos; La vida consiste en confiar; etc.), al que sigue un sugerente material complementario: Textos para orar; Textos para escuchar a Jesús y una Bibliografía constituida a partir de la relación de publicaciones de este mismo autor con preocupaciones similares a las del presente volumen, para concluir enumerando Veinte libros sobre Jesucristo. 

Nuestro autor, haciéndose eco de un clamor silencioso de tantos hombres y mujeres de nuestro entorno, se une a ese conjunto de evangelizadores de auténtica «frontera» para ofrecer, más allá de las apariencias y al fondo de cuanto hemos afirmado hasta el momento, un itinerario pastoral, un posible recorrido para la iniciación y/o reiniciación a la fe en una España que, como en su día se dijera de Francia (H. Godin-Y. Daniel, 1943), es, desde hace más tiempo del que pensamos, «país de misión». Es de alabar la iniciativa y la capacidad para verbalizar y abordar una situación insuficiente o deficientemente planteada en gran parte de los proyectos pastorales en que nos movemos.