Bauman, Zygmunt: ¿Para qué sirve realmente un sociólogo? Conversaciones con Michael Hviid Jacobsen y Keith Tester. Paidós, Barcelona, 2014. 158 páginas. Traducción de Alicia Capel Tatjer. Comentario realizado por Daniel Izuzquiza (director de la revista Razón y Fe).
Estamos ante una larga entrevista realizada por dos de sus discípulos a uno de los más conocidos, prolíficos e influyentes sociólogos de la actualidad. O, mejor dicho, nos situamos ante cuatro conversaciones que giran en torno a qué es la sociología, por qué ser sociólogo, cómo hacer sociología y qué puede conseguir esta disciplina.
De todas las cuestiones abordadas, selecciono tres que me han resultado sugerentes y estimulantes para seguir reflexionando.
Primero, la propia definición de sociología como “conversación con la experiencia humana”, lo cual lleva necesariamente a preocuparse por conocer dicha experiencia y a huir de la jerga sociológica para poder entablar un verdadero diálogo y ser relevante para la gente.
Segundo, la cuestión de la orientación vital; el autor argumenta que la sociología se distingue de la teología en la ausencia de un telos prediseñado (p. ej., el Reino de Dios, véase p. 41) mientras que, posteriormente, afirma que el sociólogo debe «aportar orientación en un mundo cambiante» (p. 72); eso sí, con un horizonte abierto y sin destino final a la vista, ya que la sociología es «la ciencia y la tecnología de la libertad» (p. 118). Ahí hay campo de reflexión y diálogo.
Tercero, sobre el uso de la metáfora en la sociología (la «sociedad líquida» es un ejemplo manifiesto), que el autor interpreta como estructura indispensable para la imaginación y como instrumento eficaz de comprensión (p. 97). En definitiva, lectura agradable y provechosa.
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