Santiago Madrigal: De pirámides y poliedros. Por Diego M. Molina

Madrigal, Santiago: De pirámides y poliedros. Señas de identidad del pontificado de Francisco. Sal Terrae, Santander, 2020. 312 páginas. Comentario realizado por Diego M. Molina.

Desde la elección de Jorge Mario Bergoglio como papa en 2013 han pasado ya nueve años, tiempo suficiente para poder profundizar en las líneas fundamentales de su pontificado. Santiago Madrigal se propone en este libro “explorar aquellas consideraciones que en forma de sueños ha propuesto Francisco a la Iglesia para su conversión pastoral y misionera” (pág. 10), algo que el autor consigue con creces.

El libro consta de una obertura (capítulo 1º), siete capítulos sobre temas fundamentales desarrollados por el papa jesuita y una recapitulación final. De manera muy acertada Madrigal toma la exhortación apostólica Evangelii Gaudium como marco, a partir del cual se va construyendo el edificio del pensamiento papal. En ello no hace más que seguir a la letra la recomendación propia de Francisco, que considera ese documento como programático en su pontificado.

La obertura presenta la línea de fondo del pontificado, que consiste en “la conversión del papado en una Iglesia sinodal” (pág. 29), algo que Francisco ha llevado a la práctica antes que a la teoría.

A partir de este marco, los tres capítulos siguientes presentan explícitamente la exhortación Evangelii Gaudium. El capítulo segundo se fija en el núcleo de la eclesiología pastoral del papa, que tiene su acento principal en la consideración de la Iglesia, pueblo de Dios y sujeto evangelizador, como misionera, en salida hacia todas las periferias humanas. Los capítulos tercero y cuarto desarrollan dos aspectos importantes en la eclesiología pastoral del papa, que no se encuentran de forma explícitamente tan clara como lo desarrollado en el capítulo segundo: por una parte, el tema de la iglesia sinodal (otro eje decisivo de la eclesiología pastoral de Francisco) se desarrolla en el capítulo tercero y el tema del ecumenismo que se encuentra en el capítulo cuarto. En este capítulo, el profesor Madrigal ha de recurrir a otras intervenciones de Francisco, ya que el tema ecuménico aparece explícitamente solo en tres números de Evangelii Gaudium. Con gran acierto el autor desarrolla la idea sobre el ecumenismo del papa en el marco más amplio del “diálogo social” (que es donde aparecen en el documento pontificio), posibilitando así una lectura de la exhortación en clave ecuménica.

Los capítulos quinto al séptimo abordan tres temas importantes en el magisterio de Francisco con el apoyo de los documentos papales posteriores a Evangelii Gaudium: el capítulo quinto trata sobre la misericordia (Misericordiae vultus), el sexto sobre el discernimiento (a partir de Amoris Laetitia) y el séptimo sobre la ecología (Laudato si´ y Querida Amazonia).

El último capítulo (el octavo) expone, por fin, las raíces ignacianas de la espiritualidad del papa a partir de Gaudete et Exsultate. Es de agradecer la finura con la que Madrigal es capaz de ir descubriendo las líneas fundamentales de la espiritualidad ignaciana a lo largo de las páginas escritas por Francisco, usando para ello otros escritos del papa, especialmente los Ejercicios que dio a los obispos españoles en 2006 y otros textos de Ejercicios impartidos por Bergoglio.

Estamos ante un buen libro, que ayuda a entender mejor al primer papa jesuita y que consigue presentar un “espejo de papa” a partir de las actuaciones y de los escritos de Francisco. Las recapitulaciones que nos ofrece el autor al final de algunos capítulos y como conclusión a todo el libro, junto con la bibliografía final que invita a continuar profundizando en la temática, son también valores de un libro cuya lectura es muy recomendable.