Sequeri, Pier Angelo: Sacramentos, signos de gracia. Itinerario para redescubrirlos. Narcea, Madrid, 2008. 98 páginas. Comentario realizado por Marta Sánchez.
Pier Angelo Sequeri, doctor en Teología en Milán, escribe unas pautas para redescubrir el papel de los sacramentos en la vida del cristiano. Con un estilo ameno y a la vez profundo, nos ayuda a comprender la importancia de estos ritos dentro de la tradición de la Iglesia. En pocas páginas, nos da una auténtica lección sobre el acontecimiento sacramental con un lenguaje accesible a cualquier creyente adulto.
Los sacramentos son signos de gracia. Ellos evidencian «la bendición de Dios». El problema actual es la tensión que se crea en la celebración entre el convencionalismo social y el sentido sagrado de la celebración cristiana.
El teólogo hace una pequeña reflexión sobre el sentido de cada sacramento. Comienza con los sacramentos de iniciación: Bautismo y Confirmación. Estos son el principio creador del cristiano. Son los ritos que encienden la relación de amistad entre Dios y el hombre. A continuación, explica el sacramento de la Reconciliación y la Unción. Ambos son signos de la presencia liberadora de Cristo en el mundo. Sequeri dice: todos necesitamos unos de otros y de la ternura de Dios. Después habla de los sacramentos del Matrimonio y del Orden. El primero muestra el deseo del hombre y de la mujer de iniciar su nueva relación con la bendición de Dios. Además, ellos entregan su amor al evangelio, aceptando con gozo que el Señor se sirva de ello, y ser imagen de su «alianza». Del segundo, el autor (presbítero) dice: este sacramento otorga la gracia de Dios para ayudar al sacerdote a vivir para otros; no basta con que viva el cristianismo sinceramente para sí. Y, por último, habla de la Eucaristía como pan del camino. El creyente necesita nutrirse de la Palabra del Señor para permanecer en el Amor del Padre.
En definitiva, esta obra es aconsejable a todo cristiano que desee vivir los sacramentos como signos evidentes de la presencia de Dios. Ellos muestran el corazón de la fe cristiana. Además, es necesario –explica el autor– renovar la pastoral sacramental. Los sacramentos son para los discípulos, y el Evangelio para todos. Con este opúsculo, P.A. Sequeri pretende ayudar al creyente a comprender la Iglesia como Misterio, Comunión y testimonio de la Buena Nueva.
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